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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Cotizar más para cobrar lo mismo

La CEOE está ultimando el documento de propuestas para la reforma de pensiones cuyo debate deberá reactivarse en septiembre. Se trata de una posición de máximos con el fin de fortalecer las cuentas de la Seguridad Social, pues plantea endurecer las tres variables básicas que se utilizan para determinar la cuantía de la pensión. Sugiere ampliar a toda la vida laboral la base de cotización computable, frente a los últimos 15 años que se utiliza actualmente; exigir al menos 40 años contribuyendo a las arcas comunes de la Seguridad Social para poder cobrar el 100% de la pensión (frente a los 35 actuales), y, por último, retrasar la edad de jubilación. Aunque, al menos en el actual documento, la patronal no se ha decantado si el retiro debe producirse a los 66, 67 o incluso más.

El riesgo de que la Seguridad Social no soporte la presión del gasto en una veintena de años con la regulación actual es elevado. Son, por tanto, imprescindibles cambios para asegurar que los cotizantes actuales puedan disponer de una pensión pública razonable. Esa disputa intelectual que ha llenado el escenario durante los últimos años, y que aparece y desaparece crónicamente, acerca de si es o no precisa una reforma de las variables financieras para sostener las pensiones del futuro, está afortunadamente resuelta a favor. El marchamo de las variables demográficas, tanto cuantitativas como cualitativas, hace cada vez más evidente la necesidad de aportar más para percibir lo mismo, en el mejor de los casos.

El sistema de protección de la vejez está sólo nominalmente establecido en España en tres escalones: prestaciones asistenciales para pasivos que nunca cotizaron o lo hicieron de forma deficiente, prestaciones contributivas ajustadas a las aportaciones de los ciudadanos y prestaciones libres financiadas con aportaciones voluntarias y gestionadas por profesionales privados. De cómo se termine por articular el núcleo central (contributivo) dependerá cómo financia el Estado el asistencial y cómo cebarán los cotizantes el complementario.

Las propuestas de CEOE van bien encaminadas. Se trata de reforzar la contributividad para evitar que en el futuro la presión demográfica por defecto y el envejecimiento por exceso fuercen a recortes de las prestaciones. Endurecer la cotización, sea en cantidades efectivas o prolongando los años como propone la patronal, es razonable, y no debería quebrantar las expectativas de los cotizantes si se hace con un horizonte temporal anticipado. Evitando las cohortes más próximas al retiro, que no dispondrían de tiempo para recomponer su carrera de cotización, es lógico retrasar la jubilación, proporcionar menos porcentaje de retorno sobre la última renta y exigir más años para llegar a la prestación máxima del sistema. Sólo con estas medidas y otras similares la Seguridad Social es sostenible.

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