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Caetano Veloso. Cantante y compositor

"España es el único país de Europa en el que viviría"

Entrevistas de verano. Referente de la música brasileña en permanente reinvención, es además un analista avezado

Caetano Veloso
Caetano Veloso

Cantante y compositor, pero también analista político, columnista habitual en el periódico O Globo, intelectual. Caetano Veloso es un referente en la cultura brasileña como Lula en la política, Niemeyer en la arquitectura o Pelé en el fútbol. Un hombre que en la década de los sesenta creó el tropicalismo junto a otros míticos de la música como Gilberto Gil. En esa época, sus ideas izquierdistas y su activismo le convirtieron en una piedra incómoda en el zapato de la dictadura brasileña, que incluso le encarceló y le obligó después a emprender el amargo camino del exilio a Europa. Unas vivencias que le dotaron de una visión rayos X, ácida y certera, para diseccionar la realidad.

En su último disco, Zii & Zie, retoma relaciones con el rock y con las influencias tropicales de los sesenta.

Mi relación con el rock es un poco rara. Empezó en 1966. Antes de eso, era algo sólo pasivo, lo escuchaba en la radio pero no me interesaba por él. Pero a partir de ese año nunca he interrumpido esa relación. El rock esta en el núcleo del movimiento tropicalista. Reaparece a veces muy explícitamente, como en el álbum Velô, de los ochenta; en el disco con Os Mutantes, de los sesenta, y en Uns, de los años setenta. Aunque está presente en todos los demás. Mis últimos discos, Cê y Zii e Zie, se hicieron con una banda de formación rockera. El espectáculo de hace poco en Madrid correspondió a este último, donde toqué temas del disco, muchas canciones tropicalistas y muy pocas de otros periodos.

La música brasileña se está expandiendo y mezclando con la de otros países. ¿Cuáles son sus referencias en ese sentido? ¿Tiene influencias de músicos españoles?

Me gusta mucho la música española, sobre todo el flamenco. Me acuerdo de que la primera vez que escuché a Camarón, lloré. Pero no busco copiar ni reproducir lo que se hace con la música flamenca, simplemente te entra en la corriente sanguínea. De la música actual me gusta mucho una grabación de Buika llamada La niña Lola. En cuanto a referencias de otras cosas que he escuchado desde la infancia y que no eran necesariamente brasileñas, siempre ha sido un tema de nuestro trabajo desde el tropicalismo, desde los años sesenta.

Con el paso del tiempo, y sobre todo con los acontecimientos de los últimos años, ¿ha cambiado de alguna manera su visión de la sociedad?

No mucho, aunque pienso que el mundo está en una transición importante. Sobre todo, no podemos tener opiniones cerradas. Necesitamos tener esperanza para ir al ritmo de los cambios.

¿Piensa que realmente ha llegado la hora de los países emergentes?

La economía brasileña ha mejorado. Pero lo más importante es que ha comenzado a disminuir la diferencia entre ricos y pobres. La distribución de la renta siempre ha sido algo indecente en Brasil. Con el real -que sustituyó al cruceiro como moneda nacional en 1994- que introdujo Fernando Henrique primero, y con las políticas sociales de Lula después, por primera vez se está experimentando algún cambio. De hecho, la economía brasileña ha crecido a pesar de la crisis. Incluso con la debacle mundial Brasil casi no ha sufrido. Pero es necesario ver cómo eso se mantiene en el tiempo y pasamos a ser independientes de la demanda china de commodities.

Y a usted, ¿la crisis le ha afectado de modo personal?

No. En Brasil hemos salido bien parados. La situación en Europa es más complicada. Espero que consiga salir bien.

En ese sentido, ¿está de acuerdo con los recortes que los Gobiernos europeos están realizando, con sus consecuentes costes en términos de políticas sociales?

No veo cómo evitarlos. Las políticas sociales se van mostrando irreales. La Unión Europea debe tener el valor de cambiar de mentalidad.

¿Cómo piensa que estará España a medio plazo? ¿Se la imagina peor o mejor que otros países?

Supongo que todo depende mucho de cómo vaya la zona euro y de cómo y cuándo franceses y alemanes encuentren un camino común para arreglar la economía europea. Pero no soy economista y tampoco tengo como prever eso. Lo que sí sé es que España es el único país de Europa donde viviría. Así que espero que resuelva sus problemas económicos y muestre toda su fuerza.

La pregunta

¿Cuál ha sido, en su opinión, la mayor diferencia entre los Gobiernos de Lula y de Fernando Henrique Cardoso?Creo que ambos Gobiernos han sido beneficiosos para Brasil. La disparidad social en mi país todavía es un escándalo, pero por primera vez se ha comenzado a abordar ese problema. Lula fue contra el real [la moneda] y contra todas las políticas económicas de Fernando Henrique. Pero por suerte para nosotros y para él mismo, cuando salió elegido presidente no cambió lo esencial de esas políticas. Además, profundizó en los mecanismos de asistencia social, lo que ha forzado una redistribución de la renta. Ha sido excelente que tuviésemos a Lula después de Cardoso. Si hubiese sido al contrario, desde luego no habría sido lo mismo.

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