Venta de contenidos
La polémica acerca de la naturaleza gratuita o no de internet está muy viva; sin embargo, lo que es un hecho es que la Red es un gran soporte empresarial.
Así, en plena crisis, el comercio electrónico mundial creció un 4,5 % en 2009 (Everis). Sectores como el de las reservas de vuelos, hoteles o entradas para espectáculos vieron desde el principio el potencial de la Red para generar ingresos.
Otros mercados como el de la industria audiovisual o el de los medios de comunicación lo están teniendo más complicado a la hora de rentabilizar el soporte online, en el primer caso porque la tecnología permite la distribución masiva de contenido audiovisual sin que los autores y distribuidores de éste se beneficien de ello y, en el segundo caso, porque optó mayoritariamente por un modelo "abierto" financiado a partir de la publicidad, vía que se está demostrado insuficiente.
Por todo ello, y por la presión que ejerce la actual crisis económica, la palabra micropagos online vuelve a estar en boca de muchos, ya que, aunque técnicamente las soluciones están disponibles desde hace tiempo, ahora todo es más propicio para la adopción de estos sistemas porque existe una masa crítica de internautas lo suficientemente grande que no existía hace una década y la cual demanda contenidos y servicios de calidad.
En este sentido, encuestas como la realizada recientemente por Nielsen revelan que muchos internautas pagarían por acceder a ciertos contenidos online.
Así, el 52% de las 27.000 personas de 52 países encuestadas afirmaron estar dispuestas a pagar por contenidos de medios de comunicación. El 46% pagaría por películas, el 41% por música y el 34% por contenidos de periódicos digitales.
Muchos ya lo están haciendo, ya que el 8% de los encuestados para el informe de Nielsen afirmó abonar suscripciones a periódicos online, aunque en su mayoría la gente prefiere comprar contenidos específicos.
Por ello, medios como The Times ya ofrecen contenidos pagados y otros como el Financial Times han anunciado su intención de implantar un sistema de micropagos. Sin embargo, para que estas iniciativas triunfen es crucial que la forma de pago sea rápida y sencilla, y no se obligue al lector a rellenar un formulario Web cada vez quiera comprar un artículo.
Por eso, los micropagos encajan perfectamente, ya que el internauta carga en una cuenta o bono de prepago el importe que desea y lo recarga según quiera.
Estanis Martín de Nicolás. Director general de PayPal España