"El teatro da sensación de comunidad, algo necesario en una crisis"
José María Pou asume la dirección del Teatro La Latina de Madrid a la vez que mantiene la del Goya de Barcelona, ambos de la misma propiedad. Eso no supone que este veterano referente de las tablas en España abandone la actividad como actor, sino que le permite afrontar proyectos como el de recuperar textos clásicos del siglo XX largo tiempo fuera de los escenarios.
¿Cómo afronta el reto de dirigir La Latina, un teatro de tanta tradición en Madrid aunque con una línea tan distinta a la de su propia carrera teatral?
Comprendo las particularidades de un teatro tradicional, por su situación y sus espectáculos, pero creo que puede ser más fácil dirigir dos teatros que uno solo. Al ser ambos de la misma empresa, será posible plantear espectáculos para ser representados en las dos ciudades, y por tanto más ambiciosos. Son plazas que no tienen un público tan distinto. Entiendo las complicaciones de este puente aéreo artístico que me planteo, pero este es un oficio en el que el espíritu aventurero cuenta, y con 40 años de carrera, justo me apetecen este tipo de retos.
¿Una gota de normalización en la relación Barcelona-Madrid?
Desde luego, aunque lo cierto es que en el teatro es algo que llevamos bastante bien. No hay más que ver la presencia de espectáculos producidos en Cataluña que luego pasan por el Teatro Español desde que está Mario Gas. Un buen ejemplo lo daremos el mismo septiembre, cuando se abra la temporada de La Latina con un espectáculo que yo dirigí con éxito en Barcelona y con una actriz tan madrileña como Concha Velasco, como es La vida por delante.
Ha mencionado como ejemplo para la labor que quiere emprender el Old Vic londinense, que dirige Kevin Spacey.
En efecto, vuelve a la escena un teatro de calidad del siglo XX, hasta los años setenta, que luego quedó desterrado por el protagonismo de las propuestas más experimentales. Que, evidentemente, tienen su valor, pero no deberían enterrar a otras obras que creo que ya merecen ser consideradas como clásicas. En esta época, creo que el público demanda sobre todo que le cuenten historias. En esta línea, es interesante que el Teatre Lliure haya recuperado a Tennessee Williams o que el Español haya acogido con éxito textos de Arthur Miller.
Tras años de quejas, justo en medio de la crisis parece que al teatro le va como nunca...
Todas las cifras de los tres últimos años son de crecimiento. En el Goya, en mi primer año, tuvimos una asistencia media del 98%, y el pasado se llegó al 90%. Yo creo que, en una época de crisis, la gente aprecia la sensación de comunidad que aporta el teatro, de experiencia compartida ante una historia que además puede tener mucho que ver con las vivencias comunes. Eso sí, también me comentan que los meses desde marzo han sido más flojos, con un cierto retraimiento del público, tal vez por el pesimismo que ha imperado.
Sin embargo, su gremio no lo ve tan claro en lo que respecta al cine y la televisión.
Esto último es una pena, porque estamos viendo cómo en Estados Unidos se vive una edad de oro, el mejor cine se hace en la televisión, pero esas grande series se ven aquí sólo en canales temáticos, mientras que la televisión generalista está dominada en un 97% por series hechas por y para adolescentes. Muchos compañeros me comentan la escasez de trabajo en este sentido.
¿Sigue la actualidad económica, entiende el proceso de la actual crisis?
Soy un ciudadano interesado por la actualidad, claro, y he visto cómo esta crisis financiera ha devenido en laboral. Estoy al corriente de las maniobras especulativas que han generado todo el problema, y voy viendo también otras maniobras oscuras, como las que ha acometido últimamente Alemania en nuestra contra. Me preocupa, lógicamente, que las inversiones que tengo no pierdan valor, y me sorprende cuando el mismo que me asesoró a que entrara en renta variable ahora me reprocha no haberme mantenido en posiciones de renta fija. Por otra parte, soy más optimista de lo que se estila ahora y creo que España tiene capacidad de trabajo para salir a flote.
La pregunta
¿Cómo le ha afectado la crisis económica personalmente? Hace tiempo que genero mi propio trabajo y, por suerte, con éxito. Es cierto que me llaman menos para cine y televisión, pero puedo atribuirlo a que ando siempre embarcado en proyectos teatrales, con lo que tal vez dan por hecho que no se puede contar conmigo. En el teatro en su conjunto, me preocupa sobre todo la situación de pequeñas compañías que tienen deudas importantes, en algunos casos de más de un año, con los ayuntamientos que se encargan de la gestión de los teatros de las pequeñas capitales, lo que les está ahogando.