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Columna
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Lloyds puede tener un aguijón en la cola

El grupo Lloyds puede estar apretando su propio cuello con una soga. El banco británico sorprendió con los resultados del primer semestre, superando sus objetivos y las expectativas de los analistas. Pero su rendimiento cada vez más impresionante podría ser su ruina.

A comienzos de año, Lloyds tenía grandes problemas -un pesado engranaje en una vacilante economía británica y la costosa adquisición de su rival doméstico HBOS- cuando explotó la pérdida del valor de los préstamos corporativos a principios de 2009. El banco parece estar ganando la batalla en ambos frentes. En enero, Lloyds previó que los activos se depreciarían un 20% cada seis meses, lo que permite al banco disponer del 2% de los márgenes de interés neto y conseguir el punto de equilibrio antes de Navidad. La caída del 38% de las deudas incobrables significa que ha cumplido con su objetivo de margen temprana y ha obtenido una ganancia de 1.600 millones de libras antes de impuestos frente a las previsiones de 1.000 millones. Mientras tanto, la crisis de la zona euro ha hecho que el Reino Unido parezca menos tóxico.

Lloyds todavía reclama los 132.000 millones de libras de su financiación de cortesía a varios planes de ayuda del Gobierno británico, de casi el 43% de sus necesidades de financiación al por mayor. Pero ya ha recuperado el 75% de los 25.000 millones de emisiones de bonos previstos para este año y sobresale su objetivo de bajar su balance en 200.000 millones para 2014.

Sin embargo, los problemas políticos han aparecido. En junio, el Gobierno de coalición del Reino Unido anunció una nueva comisión bancaria para investigar la estructura competitiva del sector.

El reciente retraso de las regulaciones globales de las estrictas reformas de capital aumenta la posibilidad de que Lloyds se mantenga. Pero cuanto más lo hace, el más conservador de la coalición presionará para que sus alas se recorten lo menos posible. El Royal Bank of Scotland se esfuerza por vender las 318 sucursales al Santander a un precio de saldo que puede afectar a los inversionistas. Los inversores de Lloyds esperan que la recuperación del banco no termine perjudicándolo a ellos también.

Por George Hay

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