El Ibex avista la cota de los 10.900 tras una jornada de transición
La Bolsa pareció darse cuenta finalmente ayer de que ha llegado agosto, y dejó atrás las tareas pendientes que traía de julio y que tan buenos resultados le dieron el lunes. Si el Ibex 35 salió disparado un 3,2% al comenzar la semana, ayer la certidumbre del estío sumió al selectivo español en una jornada de gran volatilidad que sólo a última hora apuntó claramente al alza, para cerrar subiendo un 0,33%.
Tras pasar la mayor parte del día por debajo del cierre anterior, perdiendo los 10.800 puntos que tanto le costó ganar, el índice cerró a menos de 29 puntos de su siguiente cima, la de los 10.900. Un empuje que le proporcionaron Iberia (+2%), la banca y las constructoras, fundamentalmente. Los tirones a la baja, por su parte, vinieron desde valores como Telefónica (-0,58%) o Repsol (-0,03).
El descenso en julio del número de parados (73.790 desempleados menos) y la mejora de la confianza de los consumidores rodearon de un cierto aire positivo al inversor español, cuyo selectivo fue el mejor parado de los parqués europeos. Así, Londres acabó el día en un neutro -0.01%, París cayó un 0,12% y sólo Fráncfort salvó un 0,25% en positivo.
La tónica fue más negativa al otro lado del Atlántico por los datos macroeconómicos; el Dow Jones bajó un 0,36%; S&P 500, un 0,48% y el Nasdaq, un 0,52%.
El euro
En el mercado de las divisas, la moneda comunitaria de la UE siguió el ritmo de subidas que marcó el Ibex, con un incremento del 0,33% que le permitió superar un cambio de 1,32 dólares, cifra que ya rozó en la jornada anterior.