Metrovacesa, un agujero negro
La que fuera primera inmobiliaria española no despeja dudas sobre su futuro.
Una estrella puede alcanzar tal cantidad de masa que acaba convirtiéndose en un agujero negro: ni la luz escapa a la fuerza de su gravedad. La inmobiliaria española Metrovacesa es un agujero negro: de ser la primera inmobiliaria española, de haber podido ser la primera del sector en Europa, es ahora una compañía con tal cantidad de deuda (cerca de 6.000 millones de euros) que ni los principales bancos españoles y europeos escapan a su colapso.
Mientras que sus principales competidoras en España, Colonial y Reyal, han refinanciado ya su deuda (en ambos casos superior a los 4.000 millones de euros) las negociaciones prosiguen en Metrovacesa. Hasta el momento la compañía únicamente ha comunicado que entre las medidas estudiadas en el marco de esa negociación se contempla una posible ampliación de capital -que según las fuentes consultadas por este diario superaría los 1.000 millones de euros y que llevaría a las entidades financieras a intercambiar créditos por capital de la empresa-.
Más de 3.000 millones de euros de deuda de Metrovacesa provienen de la adquisición, en 2005, de la mayoría del capital de la inmobiliaria francesa Gecina (donde ahora es su primer accionista, con el 26,9%). En el año 2007 la empresa española refinanció el préstamo logrado para llevar a cabo la adquisición aplazando el vencimiento del principal hasta 2013 (año en el que debe reintegrar 1.925 millones). El banco que lidera este préstamo sindicado es Royal Bank of Scotland. Y Metrovacesa otorgó en diciembre del pasado año a favor de todos los bancos que participan en el sindicado prenda sobre todas sus acciones en Gecina.
En la actualidad, el capital de la inmobiliaria se reparte entre Santander (23,6%); BBVA (11,4%); Sabadell (10,9%); Popular (10,9%); Caja Madrid (9,1%); Barclays (6,9%) y La Caixa (5,1%). El anterior presidente de la compañía, Román Sanahuja, que desbancó del puesto a Joaquín Rivero en 2007, mantiene un 17% del capital (llegó a superar en 2008 el 80%). El capital flotante que queda es inferior al 5%.
El pasado año la compañía española incumplió los ratios exigidos por la banca a la hora de entregar ese préstamo, lo que en teoría podría suponer que las entidades financieras exigieran la amortización anticipada de los 3.209 millones de deuda, lo que provocaría el cese de la actividad de Metrovacesa. Extremo que en principio no tendría ningún sentido alcanzar ya que sería perjudicial para la compañía y para la banca, por lo que ambas partes siguen negociando. Si las negociaciones transcurren de forma similar a cómo lo han hecho en otras inmobiliarias cotizadas, Royal Bank of Scotland podría convertirse también en accionista de Metrovacesa. Además, los bancos españoles accionistas de Metrovacesa, a excepción de La Caixa, participan en un 34,02% del total de dicho préstamo.
La realidad empresarial de la inmobiliaria es casi tan complicada como su realidad financiera. Evidentemente Metrovacesa sufre también los efectos de la crisis, y de la gestión de sus anteriores principales accionistas. En 2009 perdió 880 millones de euros. La Comisión Nacional del Mercado de Valores requirió información adicional sobre las cuentas presentadas a Metrovacesa. El organismo regulador del mercado advertía que la cifra de patrimonio negativo de la compañía excedía la mitad de la cifra del capital social, lo que hubiera supuesto la disolución de la inmobiliaria si no se hubiera modificado a tiempo la legislación existente -lo que ciertamente hubiera provocado una cascada de disoluciones de compañías españolas-. Un real decreto-ley publicado en abril amplía a los ejercicios 2010 y 2011 la suspensión en la aplicación del artículo 260 de la Ley de Sociedades Anónimas, que regula la disolución de las compañías en una situación patrimonial como la de Metrovacesa.
No obstante, la inmobiliaria ha mejorado este año los resultados y en el primer semestre, según informó el viernes, Metrovacesa obtuvo pérdidas de 15 millones, muy inferiores a las registradas un año antes (178 millones). Además ha logrado reducir la deuda en 353,3 millones situándose en los 5.590 millones. En buena parte esas reducciones de deuda y de pérdidas se deben a la venta de activos.
Plan estratégico
El consejero delegado de la compañía, Eduardo Paraja, ex primer ejecutivo de Prosegur, "tiene un plan en la cabeza, es muy inteligente y lo va a seguir paso a paso, que no lo comunique no quiere decir que no lo tenga", dice un colaborador del ejecutivo.
Algún plan tiene que tener el primer ejecutivo de Metrovacesa. En caso contrario no se entendería que en septiembre de 2009 el consejo de administración de la inmobiliaria aprobara un plan de retribución variable a largo plazo en favor del mismo Eduardo Paraja y los ejecutivos y directivos que designe, hasta un máximo de ocho personas por un importe total máximo posible de 13 millones de euros.
Según informa Metrovacesa en las últimas páginas de su informe de gobierno corporativo correspondiente al pasado ejercicio, dicho plan está sujeto "al cumplimiento de determinados objetivos vinculados al valor neto de los activos y al beneficio antes de impuestos de la sociedad, siendo la fecha de referencia a efectos de acreditar el cumplimiento de objetivos, en su caso, el 31 de diciembre de 2012".