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Karsten Benz

"Lufthansa apuesta por la calidad sin otras tentaciones"

El hombre fuerte en Europa de la mayor aerolínea europea repite que Lufthansa tiene ahora el objetivo de "crecer con su propia estructura y recursos" y con ayuda de socios locales.

La Terminal 2 del aeropuerto de Múnich se viste de gala para el vuelo inaugural del segundo Airbus 380 que se incorpora a la flota de Lufthansa para cubrir las rutas de Tokio, China y Johanesburgo. Es el avión más grande y más moderno. El número uno para Europa de la compañía, Karsten Benz, muestra el aparato como un reflejo del espíritu ambicioso con el que la aerolínea germana aborda el futuro.

Las cifras dan pie al optimismo sobre el fin de la crisis...

Estamos comprobando una vuelta a la normalidad, especialmente en el tráfico de larga distancia en las clases de negocios y primera. También los vuelos entre destinos europeos está recuperándose. Sin embargo, la rentabilidad en el negocio de corta distancia se encuentra bajo una fuerte presión. El comportamiento del consumidor ha cambiado hacia la compra de billetes en función principalmente del precio, con una preferencia hacia la clase turista.

¿Hacen algún guiño para adaptarse a esta tendencia?

Aunque estemos en crisis tenemos claro el mensaje que transmitimos a nuestros clientes. No reaccionamos con pánico. Nuestros pasajeros ya saben que nunca comprometeremos nuestra calidad. No caeremos en la tentación del bajo coste. Los clientes están volviendo a las clases primera y business porque han visto que vale la pena gastar un poco más por viajar con Lufthansa.

¿Decimos adiós a la crisis?

En la industria aérea nunca sabes cuando va a terminar la crisis, por ello las estrategias a corto no valen. Hay que programar a largo plazo y analizar lo que harás cuando vuelva la recuperación.

Se lo pregunto de otro modo, ¿es sólida la recuperación del tráfico?

El proceso de recuperación del tráfico de los últimos meses ha tenido una ligera recaída con la nube de cenizas volcánicas. Ese complicado episodio nos permite constatar algunas evidencias. Los pasajeros de Lufthansa estuvieron muy satisfechos con las soluciones de emergencia que la compañía ofreció cuando estaban atrapados en los aeropuertos. Esta satisfacción contrasta con las protestas de los clientes del bajo coste; sus transportistas no fueron capaces de reaccionar. Es un hecho positivo en medio de una circunstancia que paralizó el tráfico aéreo en Europa durante días. Se comprueba que el bajo coste es también bajo servicio.

¿Han hecho encuestas que muestren el mejor comportamiento de Lufthansa y las compañías red durante el colapso de las low cost?

Las quejas sobre el comportamiento de las low cost abandonando a sus clientes han llenado las páginas de los periódicos. Además, tras el episodio de la nube en abril, en los meses de mayo y junio la recuperación del tráfico de Lufthansa ha sido rápida, mientras que las low cost se han seguido resintiendo.

Lufthansa ha hecho una apuesta por Barcelona y han concentrado muchos vuelos en la nueva Terminal 1 de El Prat. ¿Cómo ve la evolución de sus tráficos en el mercado español?

España es uno de nuestros principales mercados en Europa con un gran desarrollo en clase business, pero también en tráfico de ocio. La crisis en España ha presentado muchas caras y ello ha tenido un impacto en las necesidades de nuestros pasajeros. Comprobamos de nuevo que la demanda en España es muy alta, especialmente de Barcelona. El Prat recoge el 50% de los pasajeros de Lufthansa. Pero también estamos atentos a mercados prometedores como Bilbao, Málaga y Madrid.

Su compañía ha tenido una relación histórica con Spanair. La española ha pasado malos momentos, pero vuelve a mirar al futuro. ¿Cuál es el estado de su amistad?

Para nosotros es un socio fuerte en España. Todas las aerolíneas de Star Alliance sufren hoy cambios importantes y no hay una situación diferente de Spanair en relación con las otras compañías. En los tráficos españoles seguiremos apostando por el desarrollo de la capacidad de Lufthansa, pero también cuidaremos nuestra cooperación con ella.

¿Cuál es la aportación de tráfico y pasajeros que hace Spanair a los hub de Lufthansa en Fráncfort y Múnich? ¿Ha crecido o ha mermado en los últimos tiempos?

Son datos que no comunicamos.

Las aerolíneas de Star Alliance, Spanair, Turkish y Egiptair han creando un foco de tráfico en el sur de Europa. ¿Tiene Lufthansa una política mediterránea?

No tenemos una relación especial con estas compañías en relación con otras de Star Alliance. Estamos interesados en desarrollar nuevos negocios y es por ello que dedicamos nuestra capacidad para ampliar estos mercados. No tenemos una estrategia para el Mediterráneo, sino una política concreta para cada país. En Italia colaboramos con Lufthansa Italia; en España tenemos una muy buena relación con Spanair; en Turquía con Turkish Airlines.

"Mejoramos el viaje con nuevos servicios"

Las compañías de los Emiratos son una dura competencia para los aeropuertos de Centroeuropa. El pasajero elige su escala en Múnich o en Dubai para ir a Australia, Japón o China. Somos el transportista número uno hacia Oriente desde Europa y no tememos ninguna competencia. Exigimos que el campo de juego sea el mismo para todos y confiamos en nuestras fuerzas.La UE y EE.UU. han aprobado los acuerdos entre Iberia, British y American. Ahora Star Alliance y Sky Team tienen que convalidar sus alianzas con las nuevas exigencias antimonopolio... No tememos problemas en la reaprobación de estos acuerdos. Saludamos la aparición de nuevas alianzas y compañías de ámbito global. Eso solo significa que habrá nuevas y buenas oportunidades de elección para los clientes. Lufthansa y Star Alliance somos pioneros en las rutas del Atlántico Norte y vamos a seguir utilizando nuestra fortaleza sin complejos.Habla de nuevos servicios. Describa algunos.Los comportamientos de los clientes están cambiando y eso nos obliga a ser muy innovadores. Tenemos una clase primera completamente nueva que hemos sumado a las evidentes ventajas del Airbus 380. Trabajamos duro en el relanzamiento del Flynet, que permite a los clientes estar conectados a internet durante el vuelo, especialmente en los saltos largos. Hemos adaptado las salas en los aeropuertos ya que somos conscientes de que los hombres de negocios pasan tiempos muertos en esperas y tránsitos. La tarjeta de embarque a través del móvil o la creación de una red para servicios a través del iPhone en el aeropuerto de Fráncfort pueden ser otros ejemplos.¿Permitirán que los viajeros hablen con su propio teléfono móvil en los vuelos?No. Al 50% de nuestros clientes les gusta la idea, pero al otro 50% les disgusta. Por ello hemos decidido no permitirlo. Estudiamos implantar otras tecnologías de mensajería.

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