Un 'teleco' en la cumbre
Este ingeniero de telecomunicaciones, artífice del tránsito a la TDT, ha escalado todos los peldaños en la Administración hasta llegar a secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información.
Quién iba a decir hace más de 30 años, cuando Bernardo Lorenzo estudiaba en la Escuela de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid, que sin móvil no somos nadie o que el mando de la tele no tendría botones suficientes para todos los canales. O que él habría de jugar un papel decisivo en el desarrollo de las telecomunicaciones en España. Entre sus hitos, la extensión de la telefonía móvil a las zonas rurales (una de las tasas de cobertura más altas de la Unión Europea) o, más recientemente, pilotar el tránsito a la televisión digital terrestre (TDT). En Bernardo Lorenzo coinciden dos cualidades, un profundo conocimiento del sector y vocación de servicio público. El candidato mejor situado para sustituir a Francisco Ros en la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información. Lo dice el sector: "Sabe escuchar, dialogar y negociar; es responsable de algunos hitos relacionados con las telecomunicaciones. Una garantía de continuidad a los proyectos de la secretaría", señala Martín Pérez, presidente de Asimelec.
No abundan currículos como el suyo dentro de la Administración. De telégrafo a secretario de Estado. Granadino de Dúrcal, de 57 años, Bernardo Lorenzo empieza Ingeniería Industrial al tiempo que oposita para el cuerpo de operadores de red de Telégrafos, obteniendo plaza en Barcelona. Decide entonces hacerse ingeniero de Telecomunicación, comenzando la carrera en la Ciudad Condal, pero terminándola en Madrid, siempre compaginando estudio y trabajo. "Esto tiene mucho mérito", recuerda Pedro Martín Jurado, actualmente inspector general de Sistemas de Información y Telecomunicaciones del Ministerio de Defensa y amigo desde hace 30 años.
En su carácter ya asomaba el tesón que sus colaboradores le han visto en su desempeño profesional. "Es un hombre hecho a sí mismo. A golpe de trabajo minucioso, ha ido escalando todos los peldaños en la Administración", continúa Pedro Martín Jurado.
Se ha ganado el abolengo en la Administración con oposiciones a los Cuerpos de Técnicos Superiores de la Administración del Estado y Superior de Sistemas y Tecnologías de la Información de la Administración. El rasgo que le define: su gran vocación pública. A un colaborador suyo desde hace 15 años le consta que le ha tentado la empresa privada, sin éxito.
En 1987 Bernardo Lorenzo era jefe del Servicio de Estudios y Prospectiva en la Dirección General de Telecomunicaciones creada con la entrada de España en la Comunidad Europea; el director era Javier Nadal y en ella trabajaban profesionales como Joaquín Osa o Reinaldo Rodríguez Illera, presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. Desde este puesto inicia su despegue profesional como gestor de la regulación de las telecomunicaciones en un contexto liberalizador del sector de la Europa de los doce.
La Dirección General tenía, entre otras, la misión de armonizar la legislación con la comunitaria. Esto obligaba a viajar con inusitada frecuencia a Bruselas. "Bernardo tuvo un papel muy decisivo en aquella época y lideró multitud de procesos y grupos de trabajo", según Pedro Martín Jurado, quien por entonces estaba a sus órdenes.
Minucioso y reflexivo, cuando toma una decisión es contundente y la lleva adelante. El escenario de las telecomunicaciones desde el regulador es tremendamente complejo. Algunos cálculos cifran en 300.000 los expedientes que se mueven en el ministerio al año. Los temas más estratégicos los lleva él directamente, pero deja a los directores margen de maniobra, destaca un colaborador. "Es muy exigente, pero es cordial, no es un déspota". Las personas con las que trabaja saben que sus peticiones no son caprichosas, tienen una finalidad, lo que les ayuda a la hora de enfocar el trabajo. La transposición de la normativa europea con sus calendarios ha sido motivo de trabajo y preocupaciones. Igual que el apagón de Soria, la ciudad piloto en el tránsito de la televisión analógica a la digital.
Tiene el reconocimiento de sus compañeros -el Colegio de Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones le eligió Ingeniero del Año 2007- y el del sector. Martín Pérez conoce al actual secretario de Estado desde hace diez años. "Te sientes a gusto con él. Es un duro negociador, pero siempre es capaz de encontrar posiciones intermedias". El presidente de Asimelec espera que ponga en valor el sector de las telecomunicaciones y la Sociedad de la Información dentro de las políticas gubernamentales.
Bernardo Lorenzo está casado y tiene dos hijas, la mayor de las cuales estudia Telecomunicación. Es un gran aficionado al pádel y, según Pedro Martín Jurado, su pareja de pala desde el año 2000, no se le da mal, incluso llegaron en 2007 a jugar la final del torneo de Isdefe. También compartieron afición por la caza menor, aunque cada vez le dedica menos tiempo. Ahora, su pareja de pádel intenta tentarle con el golf y confía en que tendrá éxito. A estas alturas del año, sueña con una playa del Mediterráneo. Allí desconecta.