Patronal y sindicatos pondrán límites a la prórroga de los convenios
No habrá líneas rojas en la negociación para reformar los convenios colectivos. Patronal y sindicatos admitieron ayer que discutirán la posibilidad de poner algún límite a la actual prórroga automática de los convenios (conocida como ultraactividad), algo que hasta ahora era un tema tabú para la parte sindical.
Los sindicatos no han dicho a nada que no. Mal empezaríamos si se pusieran líneas rojas que no puedan traspasarse al principio de la negociación". Así respondía ayer el secretario general de CEOE, José María Lacasa, tras reunirse con los número dos de los sindicatos CC OO y UGT, Ramón Górriz y Toni Ferrer, respectivamente. El encuentro de ayer supuso el pistoletazo de salida para reforma de la negociación colectiva.
El hecho de que no haya temas tabú a la hora de abordar esta reforma supone que las partes tratarán posibles cambios en la ultraactividad de los convenios colectivos. Se llama así a la prórroga automática del contenido de los acuerdos aunque estos terminen su vigencia, hasta que no se pacte un nuevo convenio colectivo.
De esta forma, y por poner un ejemplo, si un convenio tiene una vigencia de tres años y pasado este tiempo los negociadores no se ponen de acuerdo para su renovación, la empresa debe seguir aplicando sus contenidos de forma indefinida.
Hasta ahora, los sindicatos se habían negado a negociar límites a la ultraactividad, que beneficia claramente a los trabajadores. Bien es cierto que en esta ocasión, aunque no lo han rechazado de plano sí pusieron alguna reserva. "Si el resultante de cambiar la naturaleza normativa del convenio o su fuerza vinculante es una pérdida de poder del convenio colectivo, no estaríamos de acuerdo", explicó Toni Ferrer al respecto.
Con ello, rechazó una de las fórmulas que baraja una parte de la patronal para eliminar la ultraactividad. Se trata de que el convenio pierda su rango de norma y pase a ser un contrato más del código civil. Así, el contenido de esa fórmula contractual no se prorrogaría más allá de su vigencia.
Norma legal o contrato civil
Pero parece que los sindicatos no aceptarán esa posibilidad de ninguna manera, con lo que la única forma posible de limitar la ultraactividad será cambiando la actual redacción de esta fórmula, incorporándole algún límite, ya sea de carácter temporal o de contenidos.
La CEOE ha barajado en distintas ocasiones establecer un plazo de entre dos o tres años, transcurrido el cual no se activaría la prórroga automática del acuerdo colectivo.
El otro gran asunto que abordarán las partes serán los cambios en la estructura de la negociación. En esto ambas partes coinciden en reforzar el peso de los convenios sectoriales y los de empresa. En concreto, los sindicalistas explicaron a que serán los negociadores de los convenio sectoriales de carácter nacional los que decidan cuales son las materias a negociar en cada ámbito.
Ninguna de las partes reconoció abiertamente que esta remodelación debería tender a que los convenios provinciales intermedios pierdan su actual peso -son referencia para más de la mitad de los trabajadores afectados por la negociación colectiva-. Sin embargo en privado, sí admiten que debería ser así. Dicho esto, la actual articulación también sirve para regular la competencia empresarial dentro de un sector, por lo que la parte patronal estudiará su reestructuración con lupa.
El nuevo marco legal se aplicará en 2011
El acuerdo plurianual de negociación colectiva para 2010-2012 que firmaron las cúpulas sindicales y patronales en febrero pasado -y cuyo eje principal era la contención salarial- está sirviendo para rebajar los incrementos retributivos a la mitad de lo que subían los sueldos pactados en 2009. De hecho, mientras que en junio del pasado año el incremento salarial medio pactado en convenio era del 2,67%, este mismo mes de 2010 dicho aumento era del 1,3%.Sin embargo, los empresarios siguen quejándose de la falta de efectividad de la negociación colectiva, sobre todo para combatir la crisis mediante la flexibilidad interna de la empresa. Por este motivo numerosas negociaciones de convenios están paralizadas o directamente rotas. Prueba de esta paralización es que en junio sólo 3,6 millones de trabajadores habían revisado o firmado un nuevo convenio cuando el pasado ejercicio por estas fechas, los pactos cerrados afectaban a 7,3 millones de trabajadores.De ahí que los negociadores quieran que las conversaciones de esta reforma sean "rápidas, urgentes e intensas". No se han marcado un plazo fijo para negociar, pero tienen claro que la reforma debe estar lista antes de fin de año, para que las novedades puedan aplicarse a la negociación colectiva de 2011. Para ello está previsto que las partes celebren una reunión en agosto y continúen en septiembre.Además, esta urgencia se corresponde con el deseo de ambas partes de que los representantes políticos del Gobierno y el Parlamento se mantengan al margen de estas conversaciones. Para estos últimos la negociación colectiva es "la gran desconocida" reprochó Górriz por los intentos de los diputados de retocar los convenios en la reforma laboral.