El Congreso aprueba la Ley de Puertos para mejorar su autosuficiencia
La Cámara baja aprobó la pasada semana por unanimidad la Ley de Puertos, diseñada para que los puertos españoles desarrollen plenamente sus potencialidades, al servicio del comercio y del transporte marítimo, contribuyendo a la recuperación económica.
En palabras del ministro de Fomento, José Blanco, proporciona "el marco de estabilidad jurídica deseado para avanzar sobre los pilares de la productividad, la competitividad y la eficiencia y para mejorar la competitividad de nuestra red de transportes".
La nueva Ley contempla una mayor libertad tarifaria, ya que cada Autoridad Portuaria podrá fijar sus propias tasas, al igual que ocurre con el resto de puertos de Europa y del mundo.
También obliga al sistema portuario a asumir el compromiso de alcanzar una rentabilidad anual del 2,5%. Además, establece un estricto control económico-financiero, bajo criterios de racionalidad y equilibrio
Mantiene también el libre acceso a la prestación de servicios portuarios y amplía la posibilidad de bonificación para tráficos de especial interés estratégico, tanto de importación y exportación, como de tránsito en terminales tipo hub. Ello incentiva la competitividad de nuestros puertos en la economía global.
La nueva ley ataca también una de las principales demandas del sector: la conexión de los puertos con las vías ferroviarias. Así, favorece, mediante nuevos instrumentos, la plena integración de las terminales en el sistema de transportes, a la vez que incentiva sus buenas prácticas en el capítulo medioambiental.
Por el Sistema Portuario de Titularidad Estatal pasan el 85% de las importaciones y la mitad de las exportaciones de nuestro país. Genera un empleo directo de más de 35.000 puestos de trabajo y unos 110.000 indirectos, y su actividad supone el 20% del PIB del sector de transporte español y el 1,1% del PIB nacional.