Almacenamiento subterráneo, clave para la red energética
España necesita elevar sus reservas de gas, inferiores a las de otros países europeos
El sistema gasista español goza de buena salud. Una extensa red de infraestructuras por todo el país hace que sea un sistema muy mallado. Sus seis plantas de regasificación le permiten recibir a través de barcos metaneros gas natural de diversas procedencias y contar con uno de los suministros más diversificados del mundo. Actualmente es, además, un sistema 100% liberalizado.
Sin embargo, tiene retos pendientes que afrontar. Una de las prioridades del sistema es continuar desarrollando infraestructuras de carácter estratégico, ligadas a la seguridad de suministro de gas natural y a la cobertura de las puntas de demanda que se dan durante los periodos de frío. Estas infraestructuras estratégicas y necesarias son aquellas que sirven para incrementar la capacidad de almacenamiento, mejorar las conexiones internacionales y eliminar algunos cuellos de botella.
El desarrollo de la capacidad de almacenamiento subterráneo es, concretamente, un elemento clave para garantizar la seguridad de suministro no sólo del sistema gasista sino, en general, de todo el sistema energético en su conjunto.
España tiene capacidad para cubrir 21 días de demanda, por debajo de los 96 de Francia y los 89 de Alemania
Es conveniente tener almacenadas reservas de gas natural para hacer frente a necesidades de gas no previstas, fluctuaciones de la demanda o hipotéticos problemas de aprovisionamiento. Los almacenamientos subterráneos son, en su mayoría, acuíferos salinos o antiguos yacimientos de hidrocarburos que, una vez agotados, se aprovechan para almacenar gas natural. Durante los meses de verano, cuando hay una menor demanda, se inyecta gas. En los meses fríos, en los que el consumo de gas natural es mayor, se extrae del almacenamiento, se trata y se envía a la red de gasoductos.
Invertir en este tipo de infraestructuras es prioritario considerando que actualmente España tiene capacidad de almacenamiento para cubrir 21 días de demanda de gas natural, muy por debajo de los 96 días de Francia, 89 de Alemania y 71 de Italia.
Proyectos en Castellón y Guadalajara
En España existen en la actualidad dos almacenamientos subterráneos, Serrablo, propiedad de Enagás y situado en Huesca, y Gaviota, del que recientemente Enagás ha adquirido también un 82%, ubicado frente a la costa de Vizcaya. Sin embargo, nuestra capacidad de almacenamiento subterráneo es inferior a la de los principales países de Europa.Con el objetivo de eliminar esta carencia del sistema, en España existen varios proyectos como el almacenamiento subterráneo Yela, en Guadalajara, el de Castor, en Castellón, o la ampliación del almacenamiento off shore de Gaviota.El proyecto de Yela tiene especial importancia por su ubicación estratégica en el centro de la Península y por su cercanía a Madrid, comunidad que en 2009 consumió el 6% del gas natural de España.