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La pujanza de la moneda tiene poco recorrido

Las posiciones cortas contra el euro caen al nivel más bajo desde enero

Las apuestas bajistas del mercado contra la moneda comunitaria han alcanzado su nivel más bajo desde enero, reforzando la carrera del euro, que ha ganado un 8,7% en un mes y ya cotiza cerca de 1,3 dólares por unidad. Los síntomas de debilidad económica de EE UU han cambiado el foco de atención de los inversores, que ahora arrinconan la hipótesis de una eventual desintegración del euro.

El euro corre con el viento a favor, después de meses de duro castigo por parte del mercado, espoleado por la amenaza de suspensión de pagos de Grecia y el efecto contagio a economías como España, Portugal o Irlanda. Las posiciones netas bajistas de los inversores especuladores alcanzaron la semana pasada los 27.050 contratos, según los datos de la Comisión de Futuros de EE UU, se trata del nivel más bajo desde enero. Conviene aclarar que este volumen de contratos representa una fracción mínima un mercado que mueve 3,2 billones de dólares al día, pero que marca tendencia y representa la visión de la situación por parte de las grandes firmas. En un mes, el euro ha pasado de llegar a cotizar por debajo de 1,19 dólares a situarse ayer en 1,296 dólares, una subida del 8,7%.

La cuestión es ahora cuánto durará la carrera y los expertos avisan que el viaje puede ser corto. "Es irónico que hace unas semanas defendíamos que el euro debería cotizar más fuerte y ahora nos estamos preguntando cómo es que la moneda ha subido tan rápidamente", expone Paul Mackel, estratega de divisas de HSBC. "Un euro mucho más fuerte será una mala noticia para la zona y amenazaría con agotar el momentum del que gozan las exportaciones alemanas. Esto conduciría al final a una desaceleración del movimiento alcista", advierte Mackel.

La reciente fortaleza del euro responde a tres factores: en primer lugar, el ruido de mercado sobre una eventual desintegración del euro se ha apagado; en segundo término, la Fed se ha visto obligada a rebajar las perspectivas de crecimiento del PIB en EE UU -que siguen en todo caso en el 3%- y, por último, el todopoderoso Gobierno chino ha hecho público su interés por diversificar sus reservas en divisas y dar más peso al euro. Todo esto conforma un escenario muy positivo para la moneda comunitaria. "Si las pruebas de estrés de la banca confirman lo que se espera, el euro podría alcanzar los 1,36 dólares", valora Juan Pedro Zamora, de X Trade Brokers.

Ahora bien, eso se trata del corto plazo. "Mientras la zona euro no sea un área monetaria óptima, es decir, mientras no exista unidad fiscal y económica real, el euro no podrá imponerse al dólar porque los inversores siempre percibirán que la zona euro tiene más riesgos", advierte el experto de X Trade. Por eso, se espera que las tensiones regresen al euro tarde o temprano. "En las próximas semanas habrá repuntes alcistas, pero hacia finales de año el tipo de cambio debería aproximarse a 1,25 dólares", valora Antje Praefcke, especialista en divisas de Commerzbank. Incluso algunos factores que ahora benefician al euro, como la debilidad económica de EE UU, se volverían en contra de la moneda. "Si hubiera una doble recesión en EE UU, la Eurozona se vería terriblemente afectada por la situación y otro tanto de lo mismo ocurriría con el euro", subraya Praefcke.

José Luis Martínez, estratega de Citi en España, recomienda tomar posiciones en dólares, "poco a poco", a partir de niveles de 1,3 unidades por euro. "No era lógico que el euro cotizara a 1,18 dólares, como tampoco lo eran los 1,5 dólares del año pasado", resume Fernando Hernández, de Inversis. Eso sí, los bandazos del mercado hacen extremadamente difícil prever los movimientos de un mercado con muchos actores.

Las cifras

1,296 dólares por euro es el tipo de cambio de ayer. En junio llegó a cotizar por debajo de 1,19 dólares.30,5% es el peso de China en las reservas mundiales en divisas.1,184 es la media histórica del euro.

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