Telefonica escenifica su ruptura con PT y ficha a un bufete para disolver Brasilcel
Portugal Telecom (PT) cree aún en la negociación. Pero el mensaje ayer de Telefónica en el contencioso sobre Vivo era de "ruptura irrevocable". La operadora española dio a conocer la contratación del despacho holandés De Brauw Balckstone Westbroek como asesor para formalizar la ruptura en Brasilcel, la compañía desde la que ambas controlan Vivo.
Los mensajes desde Telefónica ayer eran inequívocos. "No hay vuelta atrás. La oferta por 7.150 millones por el 30% de PT en Vivo ha quedado extinguida. Ya no existe. Podrá pasar cualquier otra cosa, pero el escenario ha cambiado y ya no estamos dispuestos a pagar el peaje político para neutralizar al Gobierno de Lisboa. Se acabó la estrategia del dame un poco más".
Y para escenificar el cambio radical de escenario y la "ruptura total" la empresa que preside César Alierta anunció que ha contratado al despacho holandés De Brauw Balckstone Westbroek. El encargo es diseñar una agresiva estrategia jurídica cuyo objetivo es conseguir la rápida disolución de Brasilcel, su empresa conjunta con PT desde la que las antaño socias y hoy adversarias controlan la operadora celular brasileña Vivo.
Fuentes de Telefónica argumentaron que las cláusulas de salvaguardia ante un hipotético escenario de disolución de Brasilcel "no son un impedimento insalvable" para materializar la ruptura. "No vamos a radiar los argumentos que se utilizarán para separarnos de un socio que no ha sido leal a los pactos conjuntos, pero la intromisión del Gobierno de Portugal en nuestra relación será sin duda uno de ellos".
Telefónica prevé que una medida de presión sobre PT se producirá por el ajuste de su cotización en Bolsa, que el viernes cayó un 4,53%. Ayer, sin embargo, el castigo fue menor y quedó reducido al 0,34%.
Los portavoces de Portugal Telecom han establecido como estrategia en esta nueva coyuntura no hacer declaraciones oficiales. Remitieron a los recientes comunicados en los que la empresa lusa muestra su total disposición a negociar un acuerdo que sea satisfactorio para ambas partes. Igualmente hicieron llegar a este diario documentos que demuestran que la vía legal emprendida por algunas operadoras en condiciones similares a la que quiere seguir Telefónica pueden demorar más de tres años.
El Gobierno mantiene que no es necesaria la mediación
El secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Francisco Ros, descartó ayer que el Gobierno español vaya a iniciar cualquier movimiento de mediación entre Telefónica y Portugal Telecom, ya que el proceso "está teniendo lugar en el contexto en el que tiene que tener lugar, que es entre compañías"."Yo creo que en este caso la mediación no es necesaria. Una mediación tiene más sentido cuando no hay interlocución. Hay una interlocución muy fluida y lo que hay es que dejar que actúen y que dialoguen y lleguen a acuerdos". En referencia al ejercicio por parte del Gobierno portugués de la acción de oro para vetar a Telefónica, Ros ha recordado que ya "ha habido una respuesta de la Unión Europea. Creo que a lo que tenemos que acostumbrarnos es a ir reduciendo cortapisas para la consecución de un mercado único".