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De Brauw Blackstone Westbroek

Telefónica contrata a un bufete especializado para disolver la sociedad conjunta con PT

Telefónica ha contratado al despacho holandés De Brauw Blackstone Westbroek para diseñar la estrategia jurídica encaminada a propiciar la disolución de Brasilcel, la sociedad que comparte con Portugal Telecom (PT) a través de la cual se instrumentaliza el control de la operadora de móvil brasileña Vivo, informaron fuentes cercanas a la negociación.

César Alierta, presidente de Telefónica
César Alierta, presidente de TelefónicaPablo Monge

La primera medida que llevará a cabo el despacho, que presta servicios integrales en el ámbito legal societario y cuenta con oficinas en Amsterdam, Pekín, Londres y Nueva York, es interponer en breve plazo una denuncia ante el Tribunal de Arbitraje de La Haya para disolver Brasilcel, propietario del 60% de Vivo. El bufete, fundado en 1871 y que cuenta con 68 socios y 262 asociados, es el mismo que Telefónica y PT contrataron en su día para constituir Brasilcel y diseñar su armazón legal.

Telefónica dio el pasado sábado por "extinguida" su oferta a Portugal Telecom "al no haber aceptado el consejo de administración de PT dicha oferta dentro del plazo fijado".

Portugal Telecom pidió el viernes a Telefónica ampliar el plazo para la negociación por la venta de Vivo, después de que el consejo de administración de la firma lusa concluyera sin acuerdo sobre la oferta de la española para hacerse con su participación del 30% en la brasileña a un precio de 7.150 millones de euros.

El grupo español había dado de plazo límite al operador luso para decidir sobre dicha propuesta hasta las 23.59 horas del pasado viernes (horario portugués, una hora más en España). PT había pedido a Telefónica una prórroga con el objetivo de que las negociaciones continúen a un nivel más profundo, es decir, desde la junta del comité ejecutivo de la lusa.

Por su parte, el presidente de Portugal Telecom, Zeinal Bava, está manteniendo una ronda de contactos con analistas asegurándoles que la negociación con Telefónica no está rota de forma definitiva, en un intento de evitar un desplome de la cotización del grupo luso, que esta mañana acusaba una caída en bolsa próxima al 4%.

Tras las caídas del viernes y la que acumula hoy, la capitalización bursátil de PT rondaría los 6.000 millones, muy por debajo de los 7.150 millones que Telefónica estaba dispuesto a pagar por la filial brasileña Vivo.

El primer ejecutivo de PT, que mantuvo durante todo el fin de semana puntualmente informado al primer ministro portugués, José Sócrates, de la marcha de las negociaciones con Telefónica, pretende transmitir a los analistas que estaría negociando ahora con el Gobierno luso plantear una nueva propuesta de negociación al grupo español.

Sin embargo, Telefónica, que ha dado su última oferta por Vivo por extinguida, no estaría dispuesta ya a pagar 'primas políticas' para hacerse con el control del líder de la telefonía móvil en Brasil.

El Gobierno español descarta mediar entre Telefónica y Portugal Telecom

El secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Francisco Ros, ha descartado hoy la mediación del Gobierno español entre Telefónica y Portugal Telecom (PT), ya que el proceso "está teniendo lugar en el contexto en el que tiene que tener lugar, que es entre compañías"."Yo creo que en este caso la mediación no es necesaria. Una mediación tiene más sentido cuando no hay interlocución. Hay una interlocución muy fluida y lo que hay es que dejar que actúen y que dialoguen y lleguen a acuerdos", ha afirmado Ros en el curso 'Europa Digital', en los Cursos de Verano de El Escorial.En referencia al ejercicio por parte del Gobierno portugués de la 'acción de oro' para vetar a Telefónica, Ros ha recordado que ya "ha habido una respuesta de la Unión Europea".En este sentido, ha aludido a la aprobación de la Agenda Digital Europea que busca un mercado único digital. "Yo creo que a lo que tenemos que acostumbrarnos en europea es a ir reduciendo fronteras, cortapisas para la consecución de un mercado único, un mercado que tenga un tamaño adecuado para que las empresas europeas puedan competir en igualdad de condiciones en cuanto a tamaño y diversidad del mercado que las empresas de otras partes del mundo como EEUU o en el sudeste asiático China o India, que tienen unos mercados ya mucho más importantes que, lo que son los mercados nacionales europeos", ha añadido.Así, Ros ha subrayado que ahora las compañías son las que deben "seguir trabajando" y lo que se espera es que se "llegue a un final que vaya en el interés de las compañías y de los accionistas de las compañías".Ep

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