El Banco de España impone a CAM que siga adelante con la fusión con Cajastur
El Banco de España llamó ayer a capítulo a CAM y le mandó un mensaje contundente: tiene que seguir adelante con la fusión con Cajastur. El proyecto entró en "peligro real" de ruptura, según el presidente de la caja asturiana, Manuel Menéndez, tras la negativa de CAM a aprobar el contrato de fusión.
El Banco de España no permitirá que la fusión entre Caja Mediterráneo (CAM), Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria se frustre. Así se lo trasladó el regulador a los responsables de la caja con sede en Alicante en una reunión de urgencia celebrada el viernes, apenas unas horas después de que el consejo de administración de CAM rechazara aprobar la totalidad del contrato de integración en el sistema institucional de protección (SIP), en concreto los artículos que hacen referencia a la cesión de competencias al futuro consejero delegado de grupo, el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez.
El acuerdo de fusión, que creará la tercera caja de ahorros española, entró en una "situación real de peligro", según el propio Menéndez. El regulador del sistema financiero español se topó con la negativa de CAM en la reunión del viernes en la que adjudicó los activos de la intervenida Cajasur. Oficialmente, el Banco de España no se pronunció sobre un escenario que venía fraguándose en las últimas semanas.
Sin embargo, según fuentes financieras, en la reunión de urgencia del viernes lanzó un poco velado ultimátum a CAM para que retome el acuerdo para el que ya se han aprobado incluso las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) por un total de 1.493 millones de euros.
El regulador quiere que nada empañe el sector en la semana de los test de estrés
El Banco de España advirtió a CAM de las consecuencias que su decisión puede tener, no sólo para la propia entidad, si no para el sistema financiero español, especialmente en una semana en la que se van a hacer públicos los tests de estrés. Una ruptura de uno de los pilares de la reestructuración del sistema financiero a estas alturas podría perjudicar a la imagen del sector en España.
CAM insistió el viernes en que su apuesta por el SIP con Cajastur sigue siendo firme y abrió la puerta a seguir negociando las condiciones del contrato que no son de su agrado. Menos dispuestos aún a torcer su brazo estaban en la entidad asturiana, donde el negativa de los mediterráneos se entendía como una ruptura de hecho del pacto. "Cada caja deberá dar explicaciones de las decisiones que tome", dijo un Menéndez tajante. Otro de los actores del pacto, Caja Extremadura, pidió "sosiego", respaldando a Cajastur al recordar que ellos aprobaron lo pactado.
La situación es compleja, según reconocían fuentes del Banco de España. Incluso si las negociaciones a las que se están abocadas las cuatro cajas -aunque el problema es entre las dos mayores- se saldan con un acuerdo, alguna de las partes tendrá que representar su cesión. La caja que preside Modesto Crespo es la que tiene una posición más débil pese al órdago de no aprobar el acuerdo.
Las disputadas competencias del consejero delegado
La clave del conflicto entre CAM y Cajastur está en la forma en la que las cajas cederán sus competencias a los órganos del dirección del banco que crearán en común. La caja con sede en Alicante considera que la redacción del contrato que se presentó al Banco de España para cerrar las ayudas al FROB, otorga unas amplias competencias al consejero delegado, que será el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, sin pasar por el consejo de administración. Además, al contar las dos grandes cajas derecho de veto sobre cualquier decisión trascendente, la revocación de estas competencias es imposible si no están ambas de acuerdo, lo que limita el poder real de CAM pese a tener el 40% del SIP, igual que Cajastur.