El actor Sean Connery, imputado por un delito fiscal de 1,6 millones
El actor escocés Sean Connery y su esposa, Micheline Connery, han sido imputados de nuevo por un juzgado español. En este caso por un delito fiscal de 1,6 millones de euros tras la venta de unos terrenos por parte de una empresa vinculada al matrimonio.
El titular del Juzgado de Instrucción de Marbella, Ricardo Puyol, argumenta en un auto que del caso urbanístico denominado Goldfinger -en el que también están imputados el matrimonio- se deriva el presunto delito fiscal, que prescribía el 25 de julio.
Esta previsto librar una comisión rogatoria para tomar declaración al matrimonio Connery. Esta investigación por delito fiscal tiene su origen en una querella presentada en 2006 por parte de la Fiscalía Anticorrupción sobre convenios urbanísticos.
El caso conocido como Goldfinger -en referencia a la película de 1964 en la que Connery interpretaba a James Bond- investiga una promoción de 72 inmuebles de lujo situada en Marbella. Esos pisos se levantaron en 2004 y 2005 en el lugar donde el actor veraneaba hasta 1999. El juez ha citado a declarar mañana al ex alcalde marbellí Julián Muñoz y a varios ex ediles en relación a esta causa, en la que también está imputado Juan Antonio Roca, presunto cerebro del caso Malaya.