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Debate sobre el estado de la nación

Rajoy exige elecciones y el presidente le reta a la moción de censura

Conocer cuál es la principal debilidad del enemigo aporta casi siempre ventajas. Consciente de ello, el líder del PP, Mariano Rajoy, machacó ayer una y otra vez el clavo que más le aprieta al presidente del Gobierno y que le dificulta construir una narración coherente de su política económica. "España necesita de un gran acuerdo nacional, pero el obstáculo es usted que no tiene credibilidad, usted es el tapón para la recuperación, no se puede confiar porque ha liquidado su programa electoral y de investidura en un ejercicio de travestismo, lo mejor que puede hacer es convocar elecciones para que decidan los ciudadanos", le espetó Mariano Rajoy.

Zapatero le respondió retándole a que presente una moción de censura, consciente de que en estos momentos el PP no tendría apoyos suficientes para sacarla adelante. Irónico, el presidente le soltó al jefe de la oposición que en el terreno de la credibilidad tampoco está él "para tirar cohetes". El presidente emitió otra clave de lo que pasa por su cabeza: "No podemos convocar elecciones con reformas de tanto calado entre las manos ya que sería irresponsable, voy a ejercer mi responsabilidad cueste lo que cueste y lo que me cueste".

El líder del PP dejó claro que, más allá de los acuerdos alcanzados en la reforma de las cajas de ahorro o en el plan de rescate del sistema financiero y, al margen del diálogo que hay en marcha para despejar las incertidumbres del sector energético, el Gobierno no podrá contar con su partido para pactar otras políticas económicas. Zapatero extrajo la conclusión de que Rajoy "no quiere arrimar el hombro", mientras que este último se defendió alegando que no se pueden "pedir complicidades para disimular los errores" porque eso sería tanto como anular a la oposición.

Pensiones, primer engaño

Rajoy le recordó a Zapatero las principales rectificaciones que ha hecho en su política económica y social en el último año. Entre ellas acentuó la congelación de las pensiones, una medida, dijo el líder del PP, que ha dinamitado el Pacto de Toledo. Ha sido, dijo, el "primer engaño" porque el presidente había mantenido que no recortaría nunca derechos sociales. "Nunca imaginé que llegaría a tanto", le reprochó Rajoy.

Un año perdido

Según el líder del PP, las consecuencias del "año perdido" por el Gobierno a la hora de afrontar las reformas económicas han sido graves: 700.000 empleos destruidos, 35.687 empresas desaparecidas, aumento de la deuda en 100.000 millones de euros, desboque del déficit hasta el 11% del PIB y un paro juvenil que ha llegado al 40%. Rajoy le sugirió al presidente que "si tiene un rato libre" se pase por un comedor social. Recordó que él lo había hecho y ha visto personalmente la consecuencia de la crisis.

Reforma laboral dudosa

El líder del PP le refrescó a Zapatero las ocasiones en las que negó que fuera a abaratar el despido o a recortar los derechos de los trabajadores. "Esta es una reforma que ha aparecido y desaparecido como una especie de Guadiana", señaló. La semana que viene, el PP tendrá que retratarse a través de las enmiendas al proyecto de ley.

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