Alivio para el Estado, problema para la Seguridad Social
Las cuotas de los parados suponen el 10,5% de los ingresos del sistema
Las consecuencias directas del descenso de la factura del desempleo es un notable alivio para los cuentas del Estado en un momento de estrechez financiera. Un ahorro de unos 5.000 millones de euros supone nada menos que un 0,5% del PIB menos de gasto, y menos de déficit, en un momento en el que el Ministerio de Economía y Hacienda se ha comprometido ante Bruselas a reducir el saldo fiscal a unos números rojos del 6,5% del PIB. Hasta ahora ha sido prácticamente la única partida de gasto social, junto a la sanidad, que el Gobierno se ha resistido a reducir.
æscaron;nicamente la partida correspondiente al apéndice de la prestación aprobada por el Gobierno de Zapatero en agosto de 2009 (420 euros para quien agotase la prestación contributiva y no tuviese empleo) está en el aire y podrían decaer en los próximos meses, salvo que el Ejecutivo estime que puede financiarla precisamente con el ahorro que el ciclo le proporcionará en el coste de las prestaciones.
Pero mientras el Estado registrará un alivio relativamente limitado en sus cuentas, la contrariedad llegará a las de la Seguridad Social. Los perceptores de prestaciones contributivas mantienen durante el periodo del seguro viva su aportación a las arcas de la Seguridad Social. Es la caja pública la que sostiene el 100% de la cuota patronal del trabajador parado, por la base medida de cotización que tuviese los seis meses últimos en los que dispuso de empleo, así como el 35% de la cuota laboral.
Los ingresos por cuotas, estancados hasta mayo
Lo que cotiza la Tesorería
Por tanto, la Tesorería del desempleo cotiza por cada parado con seguro un 25,1% de su base de cotización. Un ejercicio financiero de aproximación, realizado con una base media de Seguridad Social de 1.400 euros al mes, revela que cada desempleado con prestación contributiva aportaría a la Seguridad Social 351 euros al mes, unos 4.212 al año. Dando por hecho que algo más de medio millón de perceptores dejarían el seguro en el semestre de octubre de 2010 a abril de 2011, la pérdida de recursos para la Tesorería de la Seguridad Social sería de casi 2.200 millones anuales en cotizaciones.
La aportación de las cotizaciones de los desempleados para las finanzas de la Seguridad Social no son nada despreciables. En el Presupuesto para este ejercicio aparece una estimación de ingresos por cuotas de los desempleados de 11.333 millones de euros, nada menos que el 10,55% de los recursos totales por cotizaciones (107.375 millones de euros).
En los cinco primeros meses del año los ingresos por cotizaciones están prácticamente estancados, con un avance del 0,12%. Pero la aportación de las cotizaciones de los desempleados se ha incrementado en un 2,55%. Los gastos del sistema de pensiones se han incrementado un 5,24% hasta mayo, con un 5,8% de avance en la partida de pensiones de jubilación. Son argumentos que dan fuerza a los que, entre ellos el Gobierno, desean una reforma del sistema de pensiones para garantizar su sostenibilidad futura.
1,6 millones, sin protección alguna
De los 4,61 millones de desempleados que tiene España sólo disponen de algún tipo de protección económica pública 3,03 millones. Esta cantidad se reparte prácticamente a partes iguales entre perceptores del seguro de paro (el que se perciben en función del periodo y las cantidades cotizadas mientras existe empleo) y perceptores de subsidio (que se cobra si no se acumula suficiente cotización o si se ha agotado la prestación contributiva). Un total de 1.439.743 personas cobran seguro, y el resto subsidios de diferente naturaleza. En el mes de abril de 1,38 millones de subsidiados, 399.400 tienen menos de 46 años y tienen cargas familiares; 139.600 tienen más de 45 años, y 253.500 más de 52, lo que supone que perciben subsidio indefinido; otros 11.400 son fijos discontinuos, y 177.200 perciben subsidio porque no han acumulado suficiente cotización para acceder al seguro. El último gran colectivo de perceptores es el de personas que han agotado la prestación contributiva, no tienen condiciones subjetivas para mantener el subsidio (edad o cargas familiares), y han encadenado la ayuda de 420 euros durante 6 meses que ha concedido el Gobierno desde agosto de 2009.Este colectivo está, por tanto, pendiente de un hilo. Pero hay otro que la Encuesta de Población Activa cataloga como desempleados y carece de cualquier tipo de protección económica, y que llega a 1,57 millones de personas.