Van Rompuy, (se) estrella
Van Rompuy ha jugado con habilidad y algo de suerte las cartas que le han ido llegando desde que asumió el puesto el 1 de enero. Empezó por improvisar una cumbre sin contenido para demostrar su mando en plaza, y la cita, el 11 de febrero, le brindó la histórica oportunidad de presentarse como el imprescindible mediador entre Angela Merkel y Nicolas Sarkozy en el rescate de Grecia.
También jugó a su favor que el estreno de un cargo sin perfil claro, como es el suyo, coincidiese con un evidente vacío de poder o desgaste en otras instituciones. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, estaba en funciones, pendiente de su reelección definitiva. El del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, anulado (y sigue así) por los franceses. Y la Alta Representante de Política Exterior, Catherine Asthon, que estrenó el puesto al mismo tiempo que Van Rompuy, quemada antes de tiempo.
En ese páramo, el exprimer ministro belga se elevó como "una estrella emergente", tal y como algunos le definen en Bruselas. Su deliberado perfil bajo le ha permitido apoderarse de la escena sin levantar, de momento, demasiadas suspicacias. Y la misma prensa internacional que despreció su nombramiento, ahora parece descubrir la encarnación en vida del Príncipe de Maquiavelo
Todo muy bonito y previsible. Pero quizá dentro de unos meses, los mismos hagiógrafos se percaten de que Van Rompuy también ha sembrado durante estos primeros seis meses de mandato la simiente de lo que podría ser su descalabro.
Van Rompuy empieza a generar desconfianza entre algunos países, sobre todo, los pequeños, que le perciben como demasiado sumiso a los intereses de Berlín y París. El presidente del Consejo se ha prestado, además, a dirigir un grupo de trabajo sobre la reforma del Pacto de Estabilidad que la Comisión Europea interpreta como una clara invasión de sus competencias.
Y su inesperado liderazgo, por último, no ha dado aún, según sus críticos, ningún resultado concreto. Y algunos creen que los podrá dar, porque no dispone de recursos materiales ni humanos suficientes para convertirse en un verdadero presidente europeo. "Aparte de comunicados de prensa, ¿qué ha hecho Van Rompuy?", es una de las preguntas más repetidas durante este final de curso en Bruselas.
Foto: Primera cumbre presidida por Van Rompuy en febrero 2010 (B. dM., montaje, H. N.).