El Parlamento Europeo da un aprobado raspado a la presidencia española de la UE
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha superado hoy el examen del Parlamento europeo a la presidencia española de la Unión Europea, pero la mayoría de los grupos parlamentarios han reprochado falta de liderazgo y una excesiva improvisación al semestre comunitario español.
Aunque casi todos los intervinientes durante el debate parlamentario celebrado en Estrasburgo han aceptado como eximente las dificultades económicas que han marcado la presidencia española, muchos de ellos han considerado que los resultados no han estado a la altura de lo esperado. "La presidencia ha sido como Fernando Torres, grandes expectaciones y decepción", señaló en nombre del grupo Liberal el alemán Alexander Graf Lambsdorff en uno de los similes futbolísticos que se repitieron durante toda la sesión parlamentaria.
Zapatero cosechó los mayores elogios en el terreno institucional, por haber facilitado la incorporación de los nuevos cargos de la Unión (el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, y la Alta Represenante, Catherine Ashton). El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, también ha agradecido al presidente español su "firme compromiso con Europa". Para Barroso, ha sido una "buena y sólida presidencia rotatoria, en un contexto económico muy difícil".
El líder del Partido Popular Europeo, Joseh Daul, habló en cambio de "resultados dispares" y recomendó a la nueva presidencia belga "humildad y eficacia". Más duros fueron los representantes españoles del mismo grupo. Jaime Mayor Oreja acusó a Zapatero de sólo estar preocupado por "magnificar los resultados" de una presidencia que su correligionario Luis de Grandes calificó "en el mejor de los caso, como irrelevante".
El líder socialista, el alemán Martin Schulz, valoró como "excelentes" los resultados de la presidencia, y el español Juan Fernando López Aguilar recordó que el semestre no sólo ha coincido con una crisis económica de la zona euro sin precedentes, sino también con una coyuntura política muy difícil por la desconexión de la opinión pública europea con las instituciones comunitarias.
Zapatero constató después del debate y las diferentes valoraciones que "también aquí, está muy presente el aspecto ideológico" en las diferentes valoraciones. E ironizó con la "nostalgia" del Congreso de los Diputados que parecen sufrir algunos del los europarlamentario españoles del grupo Popular.