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Los bancos negocian con Apax el nuevo reparto

La banca acreedora se hace con el control de Panrico y evita provisionar su deuda

Apax, la sociedad de capital riesgo que compró Panrico en 2005, no ha podido refinanciar la deuda del grupo y ha dejado la compañía en manos de la banca acreedora. Las entidades financieras y la firma de inversión estudian ahora el nuevo reparto accionarial de la propietaria de Donuts, que previsiblemente estará cerrado antes de mediados de agosto.

La banca acreedora de Panrico, en total cerca de un centenar de entidades financieras, estudia en estos momentos qué porcentaje del grupo español retendrá al intercambiar deuda por capital.

Apax, la sociedad de capital riesgo con sede en Londres que en 2005 compró Panrico por más de 800 millones de euros, no ha logrado refinanciar la deuda del fabricante de Donuts, originada en el préstamo que recibió Apax de la banca para adquirir la compañía, por lo que las entidades acreedoras toman ahora la mayoría de su participación.

De acuerdo a las últimas cuentas presentadas en el registro mercantil por el grupo de alimentación, Panrico contaba con una deuda en 2008 de 560 millones de euros. Las entidades financieras, aseguran fuentes conocedoras de las negociaciones, no tendrán que registrar provisiones al acceder a intercambiar capital por deuda. Las mismas fuentes indican que posiblemente antes de la segunda semana de agosto esté cerrado el nuevo accionariado de Panrico y que sería posible que Apax retuviera todavía un pequeño porcentaje del dueño de la Bella Easo.

La firma europea de inversión, que en España ha participado en la creación de compañías como Jazztel, eDreams o Vueling, ha tratado en los últimos meses de encontrar una alternativa financiera para Panrico, como la búsqueda de un nuevo socio de capital riesgo que ocupara su lugar en el grupo de alimentación. Sin embargo, las ofertas presentadas por algunas sociedades de inversión han estado muy alejadas de las pretensiones de la banca, que finalmente se hace con el control del grupo.

"Ni Apax ni la banca estaban dispuestas a poner más dinero sobre la mesa, no ha sido posible convencer a otra firma de inversión para acceder al capital, pero tampoco en ningún momento se ha pensado en la posibilidad de permitir que quebrase Panrico", explican.

Desde la empresa de alimentación se insiste en que, a pesar del cambio de dueños, la compañía sigue centrada en el lanzamiento de nuevos productos y que se mantiene la confianza en el equipo gestor encabezado por César Bardají.

A finales del pasado año, Apax colocó como consejero delegado de Panrico a César Bardají, ex primer ejecutivo de Gallina Blanca y, en un corto periodo de tiempo, de la inmobiliaria Renta Corporación, entre otros cargos. Bardají sustituyó en el puesto a Joan Cornudella, que a finales del pasado año abandonó Panrico para dirigir el grupo Agrolimen.

La empresa mantiene "la normalidad" en su gestión

El embrollo accionarial en el que está inmersa Panrico parece que no está afectando al día a día de la compañía. æpermil;se es el mensaje que recalca el grupo para evitar que surjan dudas sobre la continuidad de uno de los fabricantes con más renombre dentro de la industria alimentaria española. De hecho, pese al cambio de propietarios la continuidad en la gestión parece estar garantizada. Desde Panrico, uno de los principales mensajes a la hora de asegurar su futuro es el compromiso de nuevos lanzamientos, que previsiblemente se acelerarán después del verano. Pero no hay que olvidar que el grupo se enfrenta a un competidor que gana cada vez más terreno, también en el segmento del pan de molde y de la bollería: la marca blanca. Panrico siempre ha tenido vocación marquista, pese a que las enseñas de los distribuidores cada día comen más terreno.

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