La ONU propone crear una nueva agencia para regular las finanzas internacionales
La ONU propuso hoy la creación de una nueva agencia multilateral encargada de coordinar la regulación de los mercados financieros internacionales, así como otras medidas para implementar una "reforma fundamental" de las políticas de desarrollo.
En un informe de su Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA), el organismo internacional atribuye la crisis financiera, la crisis alimentaria y la crisis energética que ha sufrido la economía global en los últimos años a "fallos del sistema, políticas inconsistentes y debilidades gubernamentales".
"Mantener el actual modelo de crecimiento que nos llevó a la crisis actual simplemente servirá para plantar las semillas de crisis futuras y posiblemente más dañinas", afirma el estudio.
Para evitarlo, entre otras cosas apuesta por la creación de una agencia multilateral que coordine la regulación de los mercados financieros internacionales y controle la volatilidad de los flujos de capital.
También tendría la responsabilidad de crear mecanismos que permitan una gestión ordenada de las deudas soberanas emitidas por los países.
Otra reforma impulsada por el estudio es la creación de un nuevo sistema global de reservas monetarias menos dependiente del dólar estadounidense, que cree bolsas regionales e internacionales capaces de prestar ayuda con mayor rapidez a países en crisis o con problemas de liquidez.
En otras áreas, los autores del informe abogan por fortalecer la capacidad de los países en desarrollo para elaborar e implementar sus propias estrategias sostenibles, que se ajusten a sus realidades, sean coherentes y abarquen a todas las facetas de sus economías.
"Los gobiernos son los que deben dirigir el proceso, no dejarlo simplemente a la voluntad de los mercados", dijo el director de DESA, Rob Vos, en la presentación del informe.
En el campo del comercio internacional, lamenta que no hayan concluido las negociaciones de la Ronda del Desarrollo Doha, que se desarrollan en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que tiene como objetivo establecer nuevas reglas orientadas al desarrollo de los países más pobres.
El informe se posiciona en contra de una reglamentación que sea igual para todos, ya que perjudicaría a las economías más débiles, y propugna márgenes de flexibilidad que proporcionen espacio a los países en desarrollo para aumentar su capacidad de competir en el mercado mundial.
Asimismo, advierte que los actuales acuerdos de la Organización Mundial del Comercio en materia de servicios dificultan la capacidad de los gobiernos para regular los bienes financieros ofrecidos por bancos extranjeros en los mercados locales.
"La desregulación de las finanzas globales desempeñó un papel importante en la actual crisis. Los países en desarrollo creían que la menor regulación del sector financiero aumentaría la inversión externa, pero en cambio aportó inestabilidad al crecimiento", apunta el estudio.