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Columna
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La paliza de los bancos

Los bancos de Reino Unido necesitan sufrir un poco más. Es el mensaje del último Informe de Estabilidad Financiera del Banco de Inglaterra (BoE). Las cifras ponen de manifiesto que la brecha entre los préstamos y los depósitos del sector se está acortando. Pero a menos que los prestamistas empiecen a reducir sus márgenes por el pago de la financiación a largo plazo, puede que no sean capaces de hacer frente a la crisis de refinanciación de la deuda que actualmente se está formando.

Desde diciembre, el exceso de préstamos sobre depósitos en el sector agrícola ha caído desde los 610.000 millones de libras a 475.000 millones, a medida que los bancos se han desapalancado. Pero los 285.000 millones de financiación de los bancos siguen en manos del Plan Especial de Liquidez del BoE y del Crédito sobre Sistemas de Garantía del Gobierno, que funcionará el próximo año.

En total, el sector tiene que refinanciar casi 800.000 millones de libras hasta finales de 2012, según el BoE. Es decir, 25.000 millones cada mes -comparado con la emisión media mensual de 15.000 millones entre 2001 y 2007-.

Algunos bancos pueden pensar que se podrían aumentar más los depósitos a medida que la economía se recupere y los consumidores ahorren más. Pero como señala el BoE, el crecimiento de los depósitos tiende a ser impulsado por el de los préstamos, actualmente moribundos. Los bancos pueden creer que es más fácil reemplazar la deuda a corto con vencimientos más largos a medida que la economía se recupere. Pero la crisis de la deuda soberana de la eurozona recuerda que cualquier recuperación no será lineal.

Otra posibilidad es que los bancos cuenten en secreto con que el BoE extienda sus mecanismos de apoyo. El BoE ha descartado esa medida, pero anteriormente ha intervenido para prevenir crisis. La alternativa para los bancos es empezar a refinanciar la deuda a una tasa más rápida y con plazos de vencimiento más largos. Pero si el sector se enfrenta a una restricción de financiación, los bancos que actúen ahora podrían disfrutar de la ventaja de ser los primeros. Eso sería más razonable que tratar de conservar sus márgenes bajo la suposición de otro rescate del Estado.

George Hay

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