El G-20 apuesta por el ajuste fiscal y medidas a la carta para fomentar el crecimiento
Los miembros del G-20 han aceptado que no hay una sola solución a los problemas de cada uno de sus miembros aunque a medio plazo ha primado la idea europea de que hay que sanear las cuentas públicas. José Luis Rodríguez Zapatero ha pedido mejoras en los mercados y medidas para combatir la especulación.
Los líderes de los más de 20 países que, de facto, forman el G-20, acordaron ayer, tras su reunión este fin de semana en Toronto, ponerse metas para reducir a la mitad los déficit, algo que tienen que conseguir en 2013 y estabilizar la deuda con respecto a su PIB a partir de 2016.
Eso sí, prueba de que no todo el mundo considera que la contracción presupuestaria sea el camino para asegurar el crecimiento que el mundo necesita, una estrategia de la que no participa ni EE UU ni los países emergentes, el acuerdo del G-20 también contempla que se deben mantener los estímulos para crear las condiciones para el desarrollo de una fuerte demanda privada".
El compromiso fue obra de la presidencia canadiense de la cumbre que estableció las fechas para la consolidación fiscal con la idea de tender un puente entre EE UU, que defiende la necesidad del estímulo, y Europa, que incide en la necesidad de mandar señales de confianza a los mercados.
El comunicado hace referencia a que cada país puede optar por la medida que mejor le convenga dada su situación. "Reconocemos que las medidas necesitarán ser implementadas a nivel nacional y diseñadas para encajar en las circunstancias nacionales de cada país individual".
La contracción fiscal frente a las tesis keynesianas para fomentar un crecimiento aún frágil e incierto, como han recalcado varios de los líderes, es algo que preocupa a los países emergentes. El ministro brasileño de finanzas, Guido Mantega aseguraba ayer que las declaraciones de varios países de reducir sus déficit pueden ser muy dañinas. "En vez de estimular el crecimiento el ajuste se va a hacer a nuestra costa". EE UU no ha hecho más que insistir en la necesidad de mantener los estímulos porque es la única manera de que además del consumidor americano, la gran locomotora mundial, otros países arrimen el hombro para dinamizar la demanda privada.
La canciller alemana Angela Merkel, una de las grandes proponentes de la tesis de la contención fiscal que triunfó en Toronto, afirmó ayer que está contenta con la decisión acordada por los líderes porque es "muy específica". Aunque no se menciona a ningún país, en el comunicado del G-20 se reconoce que en los países con serios problemas fiscales es necesario acelerar el ritmo de la consolidación. En declaraciones previas a la cumbre, el secretario del Tesoro de EE UU, Tim Geithner, si se refirió en concreto a Grecia y España como ejemplos de los países a los que les tocaba hacer un ajuste en sus cuentas.
En su intervención ante el pleno de la cumbre, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió los esfuerzos de consolidación fiscal en la UE pero dijo que no se puede renunciar a impulsar el crecimiento. Zapatero pidió a los líderes que no olvidaran que el origen de la crisis estaba en el sistema financiero y dijo que además de los gobiernos, hay que "poner deberes" a los mercados. En este sentido, una vez más abogó por la transparencia y pidió al FMI que elaborase un informe para estudiar posibles mecanismos de contención a los especuladores.
La tasa a la banca se queda en el limbo
El G-20 no consiguió hablar con una sola voz en lo referente a la iniciativa de imponer una tasa a la banca con la que enjugar parte del coste de las intervenciones públicas en el sistema financiero durante la crisis. Los países emergentes y Canadá, que no han vivido de cerca esta situación no quieren penalizar a sus bancos con un nuevo gravamen. La mayor parte de las decisiones que se tienen que tomar con respecto a la capitalización de las entidades financieras se tomará en noviembre en la cumbre de Corea.La ministra de economía española, Elena Salgado, dijo ayer en este sentido que se estudia ampliar la base gravada a los bancos para dotar al Fondo de Garantía De Depósitos para hacer frente a las posibles crisis del sector. Hasta ahora son los depósitos pero se estudia que puedan ser gravados otros productos financieros. Salgado defendió la tasa que quieren imponer Francia, Reino Unido y Alemania elogió el modelo español con el que se pueden hacer frente a las eventualidades que puedan surgir en el sector financiero.Barack Obama, por su parte, quiere que el Congreso apruebe la "comisión de responsabilidad a la banca" con la que captar 90.000 millones en 10 años y ayudar a pagar los costes directos e indirectos del rescate a las entidades financieras y las automovilísticas. Esta comisión no estaba incluida en la reforma regulatoria que fue pactada el viernes por el Congreso y que debe ser aprobada esta semana en pleno. Uno de los senadores demócratas, el veterano Robert Byrd, de 92 años, fue hospializado y puede complicar la votación
Gases lacrimógenos y 500 detenidos en las protestas
La policía de Toronto ha hecho frente a las protestas en la calle con contundencia. Los gases lacrimógenos fueron usados ayer para dispersar a una multitud que se acercaba al centro de detención. Al cierre de esta edición eran más de 500 los detenidos. Varios coches fueron quemados este fin de semana en unas manifestaciones que han sido más violentas de lo habitual en los últimos años.Aunque las protestas fueron en principio pacíficas al comienzo del fin de semana, los problemas comenzaron el sábado por la tarde cuando un grupo de anarquistas, con la cara tapada optó por una posición más violenta que el resto de los manifestantes. Las revueltas han complicado la estancia del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y la responsable de economía, Elena Salgado, ya que su hotel estaba en el centro de la ciudad y la policía decretó que no era suficientemente seguro.Ayer, manifestantes pacifistas en bicicleta y hasta un movimiento cristiano, que quería rezar para iluminar el camino a los líderes del G-20, protagonizaron algunas de las marchas que tuvieron lugar por las vigiladas calles de la ciudad canadiense.
El fin de los subsidios a los combustibles fósiles
Los subsidios a los combustibles fósiles son "ineficientes". Así lo declaraba ayer el último borrador del comunicado del G-20 a instancias de la Administración estadounidense. El compromiso de los estados, en este punto, es reducirlos progresivamente en el medio plazo para que se dejen de derrochar.Pese a que en los sucesivos borradores el lenguaje sobre estos combustibles se ha endurecido (ya que antes se hablaba de un proceso voluntario), a los medioambientalistas les parece que las promesas de Pittsburgh en septiembre permitían pensar en un avance mayor y con objetivos concretos. En aquella reunión también se habló de retirar estos subsidios para reducir las emisiones de gases.El G-20 hace referencia al vertido de BP en el Golfo de México y se recomienda a los líderes de estos países que protejan la flora y fauna marina además de compartir fórmulas para prevenir este tipo de accidentes y cooperar si ocurren.