El Ibex vuelve sobre sus pasos y cae un 4,3% en la semana
El Ibex cae un 4,3% en cinco días por culpa de la renovada preocupación por la salud de la economía europea mientras todas las miradas están pendientes de la cumbre del G-20 donde se hablará de si es el momento adecuado para retirar los estímulos fiscales. El lunes, el selectivo partirá de los 9.535 puntos, tras conquistar brevemente los 10.000 puntos en los últimos días.
Cuando todo parecía ir sobre ruedas, el miedo por los elevados déficits fiscales de las economías europeos vuelve a aparecer por los mercados y consigue aguarle la fiesta a un Ibex que había encadenado dos semanas de números verdes en las que había recuperado un 11%. Así, cuando las aguas parecían volver a su cauce, los rumores sobre recortes de rating de Reino Unido y Francia unidos a una oportuna recogida de beneficios han conseguido romper la excelente racha de la renta variable llevando al selectivo español a despedir la semana con una caída del 4,3% y más cerca de los 9.500 puntos que de los 10.000, que llegó a ver el pasado lunes.
El resto de plazas del Viejo Continente también ha vivido una semana de corrección. París ha cedido un 4,6% en cinco jornadas mientras que Londres y Francfort han perdido respectivos 3,9% y 2,4%.
Por si fuera poco, los dos grandes bloques formados por EE UU y Europa acuden divididos a la cumbre del G-20 , que se celebra este fin de semana en Toronto. En la reunión entre las grandes economías mundiales está previsto que se debata sobre la conveniencia o no de retirar los estímulos fiscales para limitar su impacto en la aún incipiente recuperación, y que parece estar enfrentando las estrategias para salir de la crisis de la UE y EE UU. Desde Bruselas se aboga por la necesidad de acelerar la contención del gasto para reconducir el déficit al objetivo del 3% que fija el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, lo que ha significado la paulatina retirada de los planes que ayudaron a mantener la actividad en los momentos más duros de la crisis.
España, Alemania, Francia, Grecia, Portugal y en última instancia Reino Unido, han dirigido el recorte hacia la política social, con el fin de buscar el equilibrio en las cuentas públicas y a la vez frenar la presión sobre la deuda soberana de varios miembros comunitarios. Sin embargo, EE UU insiste en mantener los estímulos, al considerar que su retirada prematura podría precipitar una recaída y poner en riesgo la vuelta al crecimiento.
De las conclusiones que salgan de este encuentro dependerá la evolución de las Bolsas en las próximas sesiones. De momento esta semana, la Reserva Federal fue más prudente en el comunicado posterior a la reunión en la que dejó los tipos de interés en EE UU en el 0,25%.
Y mientras que las miradas están centradas en la macroeconomía, algunos sectores acaparan las miradas de los inversores. Los bancos han seguido dando que hablar. Horas antes del cierre de las Bolsas en Europa, el Congreso de EE UU alcanzó un acuerdo preliminar, tras mas de 20 horas de negociación, sobre el texto de la reforma financiera más ambiciosa desde la Gran Depresión y que ahora pasará a votación de las dos Cámaras.
La reforma afecta a todos los ámbitos del sector financiero , pues incluye medidas de protección al consumidor, más poder de supervisión al Gobierno, regula por primera vez los mercados de derivados y limita la posibilidad de que los bancos, como ocurrió en años anteriores, hagan apuestas arriesgadas con sus fondos.
En España, el sector financiero ha caído a los peores puestos del selectivo. Popular, BBVA y Santander se han llevado la peor parte al despedir el viernes con caídas semanales respectivas del 9,6%, 5,8% y 5,1%.
Sin embargo, esta semana la banca ha compartido protagonismo con las eléctricas. Las compañías energéticas, en especial las eléctricas, han caído en Bolsa ante la incertidumbre que planea sobre su futuro, después de que el Gobierno y el PP hayan decidido revisar a fondo los costes del sistema en aras a lograr un pacto de Estado en materia energética .
Los analistas consideran que la revisión de costes unida a la decisión de congelar la tarifa eléctrica en julio es una "inesperada y mala noticia" para las compañías ya que ahonda en la incertidumbre reguladora que pesa sobre el sector
Según los expertos, las eléctricas más perjudicadas podrían ser Endesa e Iberdrola, que son las que presentan una mayor exposición al déficit de tarifa y que podrían verse perjudicadas por las revisión de la remuneración que reciben las centrales nucleares e hidráulicas. De hecho han sido las peores: Endesa ha cedido un 4,8% en la semana al tiempo que Iberdrola ha recortado un 8,1%. REE ha sido el farolillo rojo de la semana, con un descenso del 11%.
Telefónica también ha cedido posiciones en las últimas sesiones. Ya queda poco para el 30 de junio, día en el que se celebrará la junta de Portugal Telecom y el enfrentamiento entre Telefónica y la portuguesa por la operadora brasileña Vivo se recrudece. El último movimiento lo ha llevado a cabo la compañía española al vender un 8% de su participación en el grupo luso con vistas a asegurarse más votos a favor en la votación.
Más movimientos correctivos
De cara a los próximos días, los expertos creen que mandara la cautela. Banco Sabadell asegura que "podrían prolongarse moderadamente los movimientos correctivos de esta semana, centrando de nuevo la atención en los datos macroeconómicos y a la espera del comienzo de la campaña de resultados del segundo trimestre la semana del 12 de julio. El mes de julio además se despejarán los temores respecto a la capacidad de refinanciar su deuda el Estado español, lo que podría favorecer la recuperación de los mercados".
En el mercado de divisas , el euro ha bajado hoy hasta los 1,2295 dólares, frente a los 1,2310 dólares de ayer por la tarde. El Banco Central Europeo (BCE) fijó hoy el cambio oficial del euro en 1,2294 dólares.
Mientras en la renta fija, el diferencial del bono española a diez años ha despedido la semana en torno a los 180 puntos básicos dejos de los máximos de más de 200 puntos básicos registrados en las últimas semanas.