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Las 1.000 fortunas que investiga Hacienda no descartan litigar

Los expertos discrepan sobre regularizar cuentas opacas en Suiza

Los expertos discrepan sobre si las 1.000 grandes fortunas con cuentas opacas en Suiza que en la última semana han recibido requerimientos de Hacienda deberían regularizar voluntariamente su situación o, por el contrario, arriesgarse a la apertura de un procedimiento penal. Si bien se enfrentarían a penas de hasta cuatro años de cárcel, no es descartable que ganaran el juicio.

"Según los datos que constan en poder de la Agencia Tributaria, obtenidos a través del Departamento de Inspección Financiera y Tributaria, usted ha tenido la disponibilidad de fondos situados en Suiza en cuentas del banco HSBC durante el año 2005 y/o siguientes". Así empieza uno de los requerimientos de información que Hacienda ha remitido a 1.000 grandes fortunas en las últimas semanas y que puede consultarse en CincoDías.com. Hacienda insta a los presuntos evasores a demostrar que han tributado por el dinero que tienen en Suiza o a regularizar voluntariamente su situación.

Los abogados consultados por este periódico dudan sobre la idoneidad de seguir las instrucciones de Hacienda. Por un lado, defienden que la Agencia Tributaria es la primera interesada en recuperar el dinero evadido por la vía administrativa, ya que iniciar un proceso penal supone alargar el caso y los jueces no siempre terminan dando la razón al fisco. Además, hay dudas sobre si los tribunales aceptarían como prueba un listado que se obtuvo después de que Francia comprara estos datos que robó un ex empleado de HSBC.

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Carta remitida por la Agencia Tributaria

La organización de Inspectores de Hacienda, por su parte, prevé que la mayor parte de contribuyentes que han recibido el requerimiento optarán por no regularizar su situación. Su portavoz, Francisco de la Torre, recuerda que sólo el 20% de los 198 contribuyentes descubiertos en 2008 con cuentas en Liechtenstein aceptó saldar su deuda con Hacienda. Desde entonces, "ni se ha impuesto ningún tipo de medida cautelar, ni patrimonial, ni prisión, ni ningún otro tipo de embargo".

Aun así, otros abogados sostienen que es recomendable regularizar la situación con el fisco, ya que además de evitar posibles penas de cárcel, se reducen las posibilidades de que Hacienda defina como ganancia patrimonial no declarada los fondos ubicados en Suiza. El contribuyente que regularice su situación, en principio, deberá pagar por los rendimientos que ha obtenido de las cuentas secretas. La mayor parte tributará como renta del ahorro, cuyo tipo entre 2005 y 2008 (el periodo investigado) se situaba en el 18%.

En caso contrario, Hacienda puede interpretar que la totalidad de los importes que residen en cuentas bancarias suizas es una ganancia patrimonial no declarada. En este caso, se tributaría al tipo marginal máximo en el IRPF, que es del 43%. Para evitar esto, el contribuyente debe ser capaz de demostrar que el dinero ubicado en Suiza lo obtuvo con anterioridad a 2005 y, por tanto, ya ha prescrito.

En los requerimientos de Hacienda se informa que una vez recibida la carta, "se interrumpe el plazo de prescripción". Ello es importante, ya que el próximo jueves, cuando finaliza la campaña del IRPF de 2009, prescribe el ejercicio de la renta de 2005.

Las comunidades también participan

Fuentes de la Agencia Tributaria informaron que los datos de los presuntos evasores se enviaron también a las comunidades, ya que, probablemente, tampoco pagaron el impuesto de patrimonio, tributo que gestionan los Gobiernos regionales. Sin embargo, las comunidades que quieran recuperar parte de ese dinero deberán remitir los requerimientos antes del próximo jueves, momento a partir del cual prescribe la campaña de patrimonio de 2005 para las sanciones administrativas. En cualquier caso, los procedimientos por vía penal gozan de un año más de prescripción.

Penas de cinco años

Cuando un contribuyente defrauda más de 120.000 euros se considera delito fiscal, que el nuevo Código Penal que entrará en vigor dentro de seis meses castiga hasta con cinco años de cárcel. El aún vigente establece una pena máxima de cuatro años.

La moda de robar datos bancarios

Robar datos bancarios de entidades ubicadas en países con secreto bancario se ha convertido en un buen negocio desde que Alemania pagó cinco millones de euros por un DVD que contenía un listado de clientes con cuentas en Liechtenstein.

Gracias a ello, Hacienda obtuvo el nombre de 198 contribuyentes españoles que mantenían depósitos en el pequeño Principado. Entre ellos, se encontraba el cantante Alejandro Sanz o el padre del líder de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas.

De cualquier forma, el caso Liechtenstein palidece al lado del listado que las autoridades galas han remitido a la Hacienda española. El origen es similar. Un empleado robó datos de clientes del banco suizo HSBC, en el que figuran unas 1.000 grandes fortunas españoles que poseen en torno a 3.000 cuentas en la banca del país alpino.

Para abrir una cuenta en este exclusivo banco se requieren como mínimo dos millones de dólares (1,62 millones de euros). Normalmente, los clientes abren más de una cuenta, y cada una de ellas obedece a una política de gestión distinta. Así se explica que las 1.000 grandes fortunas tuvieran más de una cuenta en el banco suizo.

A pesar de que entre España y Suiza existe un convenio de doble imposición que contempla la posibilidad de intecambiar información fiscal, en la práctica, las autoridades suizas son reacias a enviar datos fiscales y mantienen el secreto bancario, que sólo levantan en casos muy excepcionales.

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