BBVA ve un futuro con bancos más solventes y que aguanten una mayor morosidad
El consejero delegado del BBVA , Ángel Cano, auguró hoy un futuro con bancos "más fuertes y solventes" y capaces de generar resultados de explotación más sólidos para afrontar una morosidad que, consideró, se mantendrá en "niveles altos durante largo tiempo".
Según explicó durante su intervención en un foro de la "Wharton School" de la Universidad de Pensilvania celebrado hoy en Madrid, dichos bancos serán el resultado de un sistema financiero con una mayor supervisión y exigencias de capital de mejor calidad.
Pero para eso habrá que esperar algún tiempo porque, aunque los bancos están ahora mejor preparados que al inicio de la crisis, la situación (de los mercados financieros) aún no se ha estabilizado.
Y como ejemplo recordó que la crisis griega contagió el miedo entre los inversores de que otros países europeos no pudieran hacer frente a sus deudas soberanas.
Ante esto, Cano aseguró que es necesario que la zona del euro recupere su credibilidad y fortaleza, y para ello abogó por asegurar la convergencia entre medidas fiscales, aplicar los programas de austeridad para reducir los déficit públicos o la publicación de las pruebas de solvencia a la banca, los denominados "test de estrés".
En cuanto a la posibilidad de aplicar un impuesto a la banca en la Unión Europea, el consejero delegado del BBVA abogó por no caer en un proteccionismo que pueda dificultar la concesión de crédito.
En cualquier caso, preguntado por la economía española, Cano mostró su optimismo, aunque no sin remarcar que es importante que se aplique una reforma profunda en el mercado de trabajo y se haga un seguimiento en los próximos trimestres de las medidas ya adoptadas y las que se vayan tomando.
Además, consideró que la reordenación financiera que se ha dado en España, especialmente entre las cajas de ahorros, "tendrá que dar sus frutos".
Para otro de los intervinientes en el foro, el director de la consultora McKinsey, Carlos Trascasa, una de las consecuencias de la reordenación financiera, a la que podría seguirle una segunda oleada es que al final sólo quedarán 20 entidades en España, entre bancos y cajas.
Esto se debe a que una de las tesis de Trascasa es que al final el 80 por ciento de las cajas decidirán convertirse en bancos y el sector en su conjunto tendrá que reducir unos 50.000 empleados y cerrar entre 8.000 y 8.500 sucursales para ser eficiente.