Las catedrales no se pueden deslocalizar
Constructoras 'tránsfugas', no especializadas en la restauración de patrimonio, ponen contra las cuerdas a 100 empresas dedicadas a remozar la herencia cultural y religiosa
El efecto mariposa de la recesión ya ha llegado a las empresas dedicadas a la restauración del patrimonio histórico. Si hasta hace apenas un año habían conseguido mantenerse al margen de la crisis que asuela al sector de la construcción dedicado principalmente a obra nueva, ahora todo se ha vuelto en su contra.
Ni la especialización, que hasta el momento había sido un arma de defensa fuerte de las apenas 100 pequeñas y medianas empresas que conforman este segmento de la construcción tan singular, dotándolas de una estabilidad al margen de los grandes beneficios, pero también de las fuertes pérdidas de la construcción más vinculada a la demanda privada, ha conseguido dejarlas a salvo.
Y es que la mayoría de las obras desarrolladas por las empresas restauradoras, aunque muchas son de titularidad religiosa, están promovidas y financiadas por las Administraciones públicas, bien sea por la central, la autonómica o por las locales, y éstas no están para tirar cohetes.
Sólo el Ministerio de Cultura este año ha recortado el presupuesto para restauración de patrimonio cultural entre un 30% y un 40%, según ha asegurado Antonio Coronel, gerente de la Asociación Española de Empresas de Restauración del Patrimonio Histórico, y en la Junta de Castilla y León, que dispone del mayor inventario de patrimonio cultural de toda España, este recorte ha sido aún más dramático. Según afirma Coronel, en esta comunidad, tradicionalmente una de las más activas en la licitación de concursos, el recorte asciende al 95%. Cataluña es una de las pocas regiones que ha intentado mantener el tipo con reducciones en el presupuesto que no superan el 20%.
Sólo la conservación y el mantenimiento (no la restauración) de los inmuebles de titularidad religiosa están un poco al margen de esta situación. Por poner algún ejemplo, la Conferencia Episcopal incluso ha subido, aunque comedidamente, este capítulo en los presupuestos de 2010.
En estos momentos, el concepto de concurso de acreedores ya es moneda corriente entre estas constructoras tan particulares, apunta Coronel. "Es un goteo de cierres que sobre todo está afectando a las que dependen más de las Administraciones locales, porque son las que más están aplazando el pago".
Pero aún queda la prueba de fuego, señala Coronel: Terminar lo que queda de este año y 2011. Todo, a pesar de que recortar la inversión en patrimonio "es perjudicar al turismo", ya que actualmente la baza cultural, integrada por el patrimonio histórico y religioso, es uno de los ejes que más demanda tiene no sólo entre los turistas españoles, sino también cada vez más entre los visitantes extranjeros.
Leopoldo Durán, propietario de la empresa Sopsa, que ha acometido la restauración en la catedral de Palencia y de la muralla de Ávila, entre otras actuaciones, explica por qué no se debe descuidar el patrimonio: "Las piedras deberían ser una joya y no un lastre. Se pueden deslocalizar las compañías, pero no las catedrales". Mientras, la Administración sigue recogiendo los recursos destinados al patrimonio como un gasto, no como una inversión, apostilla Coronel.
Pero este no es el único problema que están sufriendo las empresas restauradoras en estos momentos. La falta de actividad en la obra nueva (en lo que va de año apenas se han visado 80.000 proyectos en toda España) está trayendo otros daños colaterales: la entrada de muchas empresas constructoras, hasta ahora centradas en obra nueva, en esta área de actividad. Empresas que, a juicio de Coronel, no cuentan con la especialización adecuada.
Es lo mismo que está ocurriendo con la rehabilitación, comenta Gonzalo García, propietario de la consultora Arqueting. Un sector que está sufriendo menos la crisis y que está atrayendo a constructores y arquitectos tránsfugas, sin tener en cuenta que es más difícil rehabilitar que construir. De ahí que los precios sean entre un 20% y un 40% superiores a la construcción pura y dura y que también exige especialización, asegura.
Con toda esta situación, los concursos públicos para restaurar patrimonio se han convertido ahora en verdaderos duelos a cara descubierta. Cuando antes apenas una decena de empresas estaban dispuestas a restaurar, ahora esta cifra no baja de 50.
Clasificación
A pesar de que para trabajar en este segmento de la construcción hay que disponer de la clasificación K-7, si se trata de inmuebles, y del N-5, que permite la restauración de patrimonio mueble como esculturas, retablos, tapices, frescos antiguos, etc., muchas constructoras están entrando en esta área mediante una unión temporal de empresas (UTE). Esto está dañando no sólo a las entidades restauradoras, sino al propio patrimonio, ya que para desarrollar correctamente la restauración hay que contar con una especialización de carácter técnico, que hasta ahora pesaba más en las licitaciones públicas que las condiciones económicas.
La entrada de nuevas entidades ha provocado que las ofertas en las pujas de los concursos hayan bajado entre un 30% y un 40%, frente a las bajas del 10% o 15% anteriores a la crisis. Y esto pone en peligro la excelencia de la restauración. No se puede hablar propiamente de bajas temerarias en las licitaciones, pero nunca hay que olvidar que "un daño cometido en cualquier monumento histórico es irreversible", advierte Coronel.
Plantillas estables en peligro de extinción
Plantillas estables es una de las características que diferencia a las empresas restauradoras del resto de las constructoras. Son empleados dedicados a oficios en vías de extinción, como canteros y petrólogos, especializados en el tratamiento de la piedra; encofradores, especialistas en forja y carpintería de armar, ebanistas y albañiles especializados.Además, estas empresas demandan otros profesionales también especializados en patrimonio, como arquitectos (que requieren un máster ad hoc), ingenieros, restauradores, arqueólogos y químicos.La inversión en investigación y desarrollo es otra de las características de las empresas dedicadas a la restauración, algo lógico teniendo en cuenta que abordar un proyecto de estas características exige la realización de un estudio previo muy exhaustivo donde es necesario aplicar modernos sistemas de análisis.Entre ellos destaca la utilización de rayos infrarrojos, georradares, láser y ultrasonidos, ya que no es raro que detrás de la pared de una catedral se conserven frescos de gran valor cultural.
Presupuesto
40% es el recorte que ha aplicado el Ministerio de Cultura a los presupuestos para restauración de patrimonio cultural.