Presupuesto inevitable
Inevitable", dijo George Osborne, y su presupuesto es algo así, como la muerte y los impuestos. El ministro de Finanzas de Reino Unido ha sido admirablemente duro. La coalición gubernamental está cambiando la dirección del gasto público, después de años en los que alcanzaba, inexorablemente, casi la mitad del PIB. Los mercados quedarán impresionados. Sin embargo, los signos de interrogación sobre la capacidad de cumplimiento siguen siendo grandes.
El objetivo principal del presupuesto es reducir el déficit; es necesario para la estabilidad del país. Como leones, las agencias de calificación están vigilando, ansiosas por derrotar a un país ante los mercados. Y los hedge funds se chupan los dedos.
Las nuevas previsiones fiscales eliminan esos riesgos, al su primer el déficit estructural para 2014-15, periodo en el que la deuda pública se habrá alcanzado el 70% del PIB, una proporción inferior a lo previsto inicialmente. Si tales números se cumplen, los más hambrientos de los depredadores no morderán.
Pero el inevitable presupuesto está repleto de cargas. El esperado incremento del IVA el próximo año, hasta el 20%, afectará a los consumidores y las ventas al por menor. Y la mayoría de los trabajadores tendrá que pagar más en el impuesto sobre la renta, aunque los salarios más bajos se beneficiarán de un aumento de 1.000 libras en el mínimo exento.
Los compromisos electorales del Gobierno le han obligado a mantener el gasto en Salud previsto por su predecesor. Esto significa que el gasto global sólo cuadrará si el recorte del 25% se hace en otros departamentos. Estas desagradables decisiones, que comenzarán en octubre, podrían hacer crecer el desempleo en el sector público y dividir el Gobierno de coalición del país.
Y a medida que aumentan los impuestos y el gasto cae, la pregunta es si puede haber crecimiento. Se supone que la recién creada Oficina para la Responsabilidad del Presupuesto es independiente, pero su respuesta al severo presupuesto -un recorte en la previsión de crecimiento del PIB de 2011 del 2,6 a 2,3%- es optimista.
¿Puede el Reino Unido mantener esta velocidad mientras recorta el gasto y sube los impuestos? Cuando los planes de Whitehall se apliquen, este presupuesto va a hacer daño.
Ian Campbell