Ferrari resucita las siglas GTO para su deportivo más rápido y caro
Sólo se fabricarán 599 unidades del 599 GTO. El precio rondará los 400.000 euros y aseguran que ya están vendidos
Para los ajenos al mundo del motor las siglas GTO quizá no signifiquen nada, pero para los seguidores de Ferrari son palabras mayores. La marca italiana sólo utiliza el apellido GTO para sus mejores creaciones.
El 250 GTO y el 288 GTO fueron, como sugiere la O de su nombre (omologata), fabricados para cumplir con la reglamentación de las carreras GT y Grupo B respectivamente. El 599 GTO no competirá en ningún campeonato, pero sí comparte esa filosofía. De hecho el nuevo 599 GTO está basado en el 599 XX, un coche extremo de circuito y no matriculable, fabricado en pequeña serie y vendido a clientes que los conducen previo pago de 1,1 millones de euros más impuestos.
Respecto al 599 GTB convencional, el 599 GTO ha sido modificado en todos los aspectos. ¿Qué cambios justifican los 100.000 euros de mayor precio? En Ferrari dicen que el V12 de 6 litros comparte el 95% de sus elementos con el del 599 XX. Los discos de freno carbono-cerámicos no cambian, pero las pinzas cerámicas desarrolladas por Brembo son más eficientes, y la suspensión adaptativa actúa más rápida. El cambio continúa siendo un manual automatizado de seis velocidades, no el de doble embrague. El tiempo de cambio se ha reducido desde 100 ms a 60 ms. Es simplemente instantáneo.
La avanzada mecánica de 12 cilindros y 6 litros alcanza los 670 CV
Finalmente, una severa dieta significa que el peso del GTO es 100 kilos inferior al del GTB, y extrae 50 CV extras al motor de origen Enzo hasta alcanzar los 670 CV.
En las carreteras viradas el GTO se desenvuelve con tremenda precisión. El acelerador responde con energía, el pedal de freno tiene una integridad instantánea que sugiere que hay reservas, y la dirección responde a la mínima insinuación. Y mejor aún, el coche gira plano y el frontal se adhiere con tanto vigor que no hay ni un atisbo de subviraje.
Respecto al sobreviraje del eje trasero, gracias al manettino en el volante (el dispositivo que determina la dureza de la suspensión, cambio, ABS, control de tracción y parámetros de estabilidad) el conductor tiene un control preciso sobre el deslizamiento de la trasera que desea. En el modo Race se nota cómo interviene el sistema, pero no se siente la ralentización de movimientos que caracteriza a esos sistemas. En posición CT se corta el control de tracción, mientras que CTS elimina tanto los sistemas de tracción como de estabilidad, y el conductor está sólo con sus 670 CV. En la zona baja el V12 de 6 litros es solícito y enérgico, con un sonido gutural. Sube de vueltas con fuerza, y si no se superan las 5.000 rpm hay empuje más que suficiente. Por encima de ese régimen sube de vueltas con más rabia, y con un sonido más estridente y aterrador, que hasta las 8.500 rpm se convierte en la temblorosa distorsión de un F1. Pasa de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y supera los 335 km/h.
Antecesores
El Ferrari 250 GTO fabricado entre 1962 y 1964 es uno de los automóviles más deseados del planeta. El valor de cada una de las 36 unidades fabricadas ronda los 10 millones de euros. Estaba basado en el 250 SWB, sobre el que se aplicaron diferentes mejoras.El sucesor fue el 288 GTO de 1984, basado esta vez en el Ferrari 308. Cumplía la normativa FIA del Grupo B. Su motor V8 de 2.8 litros sobrealimentado con dos turbos rendía 400 CV. La carrocería era de fibra de vidrio. Sólo se construyeron 273 unidades y actualmente están valorados en aproximadamente 400.000 euros. Según fuentes del Club Ferrari España, en nuestro país se vendieron unas 10 unidades, entre 1984 y 1986.