El Banco Central de China anuncia...
In view of the recent economic situation and financial market developments at home and abroad, and the balance of payments (BOP) situation in China, the People's Bank of China has decided to proceed further with reform of the RMB exchange rate regime and to enhance the RMB exchange rate flexibility.
El anuncio se produce el 19 de junio. ¿En qué consiste el cambio? Pues eso: retomar el mecanismo de mayor flexibilidad que mantuvo el yuan desde 2005 hasta 2008 y que se tradujo en una apreciación acumulada del 21 %. Pero en el último comunicado la autoridad monetaria china también adelanta que no estamos hablando de una rápida y fuerte apreciación. Y esto precisamente es lo que le piden los países desarrollados. Piensen en el G-20 de este mismo mes. ¿Les sorprende ahora el momento del comunicado?
Pero veamos el anuncio de forma más detallada. De acuerdo con el Banco Central de China, la estabilidad del yuan en los últimos meses, precisamente en un contexto de fuerte agravamiento de la situación económica internacional, ha servido para mitigar el impacto de la crisis, ha contribuido a la recuperación mundial (y asiática) y "ha demostrado los esfuerzos de China para promover un mayor equilibrio mundial". Ahora ha llegado el momento de retomar el proceso de una mayor flexibilidad de la moneda china, "reflejando las fuerzas de la oferta y la demanda con respecto a la cesta de monedas", pero sin cambios en las bandas de fluctuación. Muchos analistas esperaban su ampliación de las bandas desde el 0,5% actual, sinónimo de un cambio importante al alza y no tanto de un ajuste paulatino. Y en cualquier caso moderado.
En la parte final del anuncio se alude al progresivo equilibrado de la balanza por cuenta corriente china y por tanto sinónimo de un margen muy limitado de apreciación del yuan. En definitiva, China estaría contribuyendo de forma suficiente ya al crecimiento mundial con su aumento de la demanda interna en un contexto de fuerte recuperación del comercio sin forzar la situación permitiendo una fuerte subida de su moneda.
Es cierto que el saldo positivo de la balanza corriente china se ha moderado en los dos últimos años (4,2% del PIB previsto este año desde el 9% dos años atrás), más bien por un descenso importante de las exportaciones ante el deterioro de la demanda exterior que por una mejora clara de las importaciones. Aunque los últimos datos conocidos comienzan a cuestionar esta tendencia. Recuerden cómo en mayo el crecimiento de las exportaciones chinas sorprendió de forma grata (¿?) al mercado al crecer un 50% frente al 30% previsto. Las importaciones, por el contrario, se ajustaron a lo esperado superando el 30% de crecimiento (y confirmando la moderación de su crecimiento).
Sin embargo, la evolución al alza de las reservas de divisas del Banco Central no ha dejado de inquietar. Hasta más de 2,4 billones de dólares en estos momentos, una cifra que no puede ser explicada por "razones de seguridad". Supone un aumento superior al 25% en un año. ¿Un problema? Es más: el verdadero reflejo de los riesgos internos y externos que presenta la economía china. Un crecimiento económico fuerte, pero con riesgos de recalentamiento; indicios de excesos en el mercado inmobiliario y activos financieros; la aceleración de los salarios, que unida a las tensiones en los mercados de commodities, están llevando la inflación ya por encima de su nivel objetivo.
¿Cuál fue el origen de la crisis financiera surgida dos años atrás? En términos de ajustes en los mercados, de tamaño y balance en el sector financiero y ahora de financiación del sector público la fuente de la crisis. En mi opinión, una crisis surgida tras años de excesos de liquidez en los mercados ante la combinación de una política monetaria expansiva en los países desarrollados (la inflación, ante la globalización, dejaba de ser un problema) y una fuerte inyección de liquidez en los mercados desde los países emergentes.
En este último caso, potencial renta disponible pérdida de los países desarrollados. Parece lógico que vuelva a los países desarrollados este dinero pero no como inversión financiera sino como inversión productiva o gasto de consumo. La apreciación de la moneda china facilita el proceso. Pero no soy excesivamente optimista sobre su contundencia: espera una subida del yuan del 2% este año y apenas del 3% hasta mediados de 2011. No es mucho.
José Luis Martínez Campuzano. Estratega de Citi en España