El Ejecutivo prevé que Reino Unido reanime la llegada de turistas
La debilidad del euro frente a la libra esterlina ha provocado un repunte a mediados de mayo en las reservas de turistas británicos a España, según los datos que manejan los hoteleros. El Ejecutivo prevé que ese incremento impulse la llegada de visitantes en plena temporada alta.
El turismo británico empieza a emitir las primeras señales de recuperación. La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos ha detectado un aumento de reservas en la última quincena de mayo y la primera de junio, aunque esta no se traducirá en un aumento de la entrada de turistas en los datos que facilita hoy el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, correspondientes a mayo.
Fuentes del Ejecutivo justifican esta ausencia porque la primera semana se cancelaron cerca de 400 vuelos, como consecuencia del impacto de la nube volcánica, y por los siete días de huelga que mantuvo en ese mes la tripulación de cabina de British Airways, lo que redujo en más de un 10% los vuelos disponibles.
Esas mismas fuentes, no obstante, se muestran confiadas en que la debilidad del euro (se ha depreciado un 8,5% desde marzo respecto a la libra esterlina, alcanzando el nivel más bajo desde diciembre de 2008) pueda impulsar las llegadas desde Reino Unido. Y para ello se basan en los slots (derechos de vuelo) contratados entre junio y octubre, que han crecido un 9% respecto al año pasado y en la importancia de la rebaja de precios en una economía como la británica, fuertemente castigada por el paro, la deuda y por unos ajustes que el propio primer ministro ha calificado de "dolorosos". De hecho, un viaje a España que hace tres meses costaba 1.000 euros ahora cuesta 915. Pero, por encima del ahorro, esas mismas fuentes destacan el impacto positivo que pueden tener las reservas de última hora. "Los visitantes que han decidido ir a Turquía o Egipto ya han hecho sus reservas, pero hay un gran número de turistas británicos que no van a decidir hasta última hora y en su mayoría se van a decantar por España por precio y por fidelidad", recalcan.
Reino Unido es el primer mercado emisor de turistas en España. En 2009 llegaron 13,2 millones de visitantes, lo que supuso un 25% del total. Todo ello pese a que el pasado ejercicio, la recesión ya restó dos millones de turistas respecto a los logrados en 2008 por la fortaleza del euro y la crisis económica. Ambos factores han provocado que la llegada de visitantes británicos haya caído de forma continuada desde junio de 2008, con descensos en algunos meses superiores al 20% en tasa interanual.
2,3 millones de desplazamientos menos entre enero y abril
El deterioro económico del Reino Unido y el impacto de la nube volcánica en los vuelos previstos en abril han tenido un efecto demoledor en las salidas de los turistas británicos a otros países. En los cuatro primeros meses de este año se han producido 17,6 millones de viajes, lo que supone un recorte de 2,3 millones de desplazamientos en términos absolutos y un 11% menos en términos relativos.La mitad de ese recorte se ha debido al bloqueo del tráfico aéreo en abril y la primera semana de junio por la nube volcánica de Islandia, mientras que el resto se ha debido al agravamiento de la crisis en Reino Unido. Con un déficit fiscal del 12% del PIB, el nuevo Ejecutivo presidido por David Cameron se prepara para presentar hoy unos presupuestos de urgencia, que incluyen un profundo recorte del gasto social y aumentos de impuestos como el IVA o el que grava el patrimonio.
La Comunidad Valenciana, el destino con mayor dependencia
Cuatro de cada diez visitantes que optan por la Comunidad Valenciana proceden del Reino Unido. Esa excesiva dependencia de un sólo mercado ha jugado de forma positiva cuando había crecimiento económico, lo que provocó que la comunidad valenciana alcanzará máximos históricos en 2008, con 5,71 millones de entradas, situándose como el quinto destino nacional más visitado, con más de un millón de turistas por encima de Madrid.El deterioro económico en el Reino Unido, la fortaleza del euro y la irrupción de otros destinos emergentes más baratos (Túnez, Turquía, Egipto) han provocado un recorte en las entradas a esa comunidad, que se agravó especialmente en el último trimestre del pasado año. En doce meses perdió 600.000 turistas, mientras que en el mismo periodo, Madrid, su antecesor ganó 200.000 visitantes y recortó la distancia a tan sólo 214.000.