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Mercados

La deuda española recobra dosis de confianza

El resultado de los test de estrés de Santander y BBVA, el apoyo de la UE y el FMI a España y las colocaciones de deuda alivian al mercado.

Después de tocar nuevos máximos el pasado miércoles, en 232 puntos básicos, la prima de riesgo de la deuda española -diferencia entre la rentabilidad del bono español y el alemán- ha recuperado algo de normalidad al final de la semana, quedándose en los 186 puntos básicos. El punto álgido de la desconfianza respecto a España coincidió con la subasta de 3.479 millones de euros en obligaciones, que el Tesoro saldó con éxito y transmitió confianza a los mercados. Con todo, el balance de la semana es casi plano, con un estrechamiento de la prima de tres puntos básicos, y sigue en niveles que no se veían desde 1996.

También ayudó la noticia de que se harán públicas las pruebas de estrés de los bancos europeos -como tarde en la segunda quincena de julio- para atajar así las especulaciones del mercado sobre la salud de las entidades. Y sobre todo que Santander y BBVA hayan resultado las dos entidades más solventes entre las grandes de Europa. Ello ayudó a contrarrestar los rumores (desmentidos) de principio de semana, que apuntaban a un inminente rescate financiero de España.

La caída del diferencial de 25 puntos básicos (un 12,09%) en la sesión del viernes es la mayor desde que el 10 de mayo anunció el plan de ayudas a Grecia. Así, la rentabilidad del bono español a diez años cierra la semana en el 4,59%, nivel similar al del hace una semana, frente al 2,73% de su homólogo alemán, que es el nivel más alto en un mes y 16 puntos básicos más que el viernes pasado. El rendimiento ofrecido por el bono español a tres años alcanza el 3,381%, frente al 0,700% de los bonos germanos. Y el coste de los seguros contra impago de deuda (CDS, credit default swaps) de España descendió el viernes hasta los 236,7 puntos básicos, lo que implica un coste anual de 236.700 euros por asegurar diez millones de deuda del Tesoro. Sin embargo, la semana no ha sido buena para todos. El bono griego a 10 años se ha ensanchado esta semana otros 103 puntos básicos, hasta los 665, después de que Moody's bajara su rating a bono basura. La prima de Italia ha caído 21 puntos básicos y se sitúa en los 124,6, la de Irlanda está en los 280,3 y la de Portugal en los 287,2 puntos, estos dos últimos por encima del diferencial español. La prima de Francia es de 38 puntos básicos.

La presión del mercado, eso sí, ha obligado al Tesoro a pagar rentabilidades en torno a un punto superiores a las de anteriores subastas para colocar sus obligaciones. El jueves vendió 3.479 millones de euros en obligaciones del Estado a 10 y 30 años, con tipos medios del 4,864% y del 5,908%, respectivamente. La demanda de las obligaciones a 10 años fue 1,89 veces mayor que la oferta, y la de 30 tuvo un ratio de 2,45. El martes lanzó también 4.180 millones en letras a 12 y 18 meses, con precios también superiores a subastas anteriores.

Una noticia que también ayudó al mercado español es que el Tesoro aseguró el jueves que tiene liquidez para hacer frente a los vencimientos de deuda de julio, el mes más exigente del año, con 24.663 millones de euros pendientes. Además, el Gobierno anunció ayer un nuevo lanzamiento de bonos a 10 años en el tercer trimestre, al que un informe de Barclays adjudica como fecha más probable septiembre. Para julio está previsto que emita bonos a cinco y 10 años, para agosto, a tres años, y para septiembre a cinco y 30 años. El anuncio del calendario de España, según Barclays, vendrá seguido esta semana de Alemania y Holanda. El último espaldarazo llegó el viernes, en la rueda de prensa conjunta del presidente Zapatero y el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, que calificó de "muy eficaces" las medidas de ajuste fiscales y laborales que ha adoptado el Ejecutivo para afrontar la crisis y remontar la economía.

Momento para tomar posiciones en bonos

Aun antes de que a última hora del viernes se redujera de forma notable el diferencial de riesgo del bono español, empieza a haber expertos que ven motivos para la confianza en la deuda soberana española. El gestor Javier Ruiz, responsable de Dexia Asset Management para España y Portugal, cuenta que están incrementando el peso en su cartera de los bonos de todos los países salvo de Grecia aunque, eso sí, "en dosis homeopáticas". La deuda española ofrece "más oportunidades" que el bono alemán, ya que en opinión de Ruiz el diferencial debería ir corrigiéndose próximamente.En las dos últimas semanas la subida del Ibex ha sido paralela al recorte de la prima de riesgo soberana; desde el 8 de junio el selectivo ha ganado un 15% y el diferencial se ha estrechado un 10,8%. Álvaro Rodríguez, analista de Oddo Securities, considera con todo que los elevados diferenciales de deuda no casan bien con una Bolsa alcista. "Esta dicotomía es preocupante", dijo el viernes, y en su cartera intenta estar más en Bolsa alemana y francesa, que presenta menos incertidumbre que España, en su opinión.Nicolás López, de M&G Valores, considera que este distinto comportamiento de la renta variable y la fija se debe simplemente a que la Bolsa "está perdiendo el miedo a un escenario catastrofista, con impagos en las empresas. Se asume que la prima esté alta pero se reconoce que las grandes empresas siguen teniendo beneficios, pese a haber caído mucho".Las rentabilidades pagadas por el Tesoro en la subasta del miércoles, aun siendo un punto superiores a las de anteriores entregas, como señala Renta 4, "han estado bastante en línea con las del secundario y las subastas se han saldado con buena demanda, especialmente en las subastas de bonos."El éxito de la subasta ha mejorado la confianza general del mercado europeo, señala Barclays en su informe sobre deuda soberana, y por ejemplo ha ayudado a Italia a reducir sus diferenciales. El documento resalta que el bono irlandés a cinco años se ha abaratado 50 puntos básicos respecto al español en los últimos días, y recomienda salirse de España y colocarse en Irlanda.El informe semanal de Renta 4 descarta que haya subidas sostenidas de la Bolsa hasta que no se acote el riesgo soberano, y advierte sobre los elevados vencimientos de julio, pese a que el Tesoro subrayó el jueves que no tendrá ningún problema para afrontarlos.

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