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Columna
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El largo partido de España

El mundo mira a España. El debut de la selección de fútbol contra Suiza en el mundial fue una decepción. Pero el mercado escruta también la reforma laboral, y está digiriendo la aparentemente buena noticia de que el banco central va a publicar las pruebas de estrés de sus entidades financieras. El veredicto: un ejercicio creíble y detallado ayudaría ciertamente a reavivar la confianza en el sector financiero. Pero la reforma laboral, por ahora, decepciona.

La salud de sus entidades financieras es una gran preocupación. Las 45 cajas de ahorro están en el proceso de sellar un torbellino de fusiones para lo que han pedido uno 11.000 millones de euros al FROB. El problema es que probablemente necesiten más -las estimaciones varían desde los 17.000 millones a más de 40.000-.

El Banco de España tiene que convencer a los mercados de que no será necesario capital adicional, o lo que es más importante, que el capital estará disponible si es necesario. El FROB puede teóricamente desplegar 99.000 millones de euros, pero necesita levantar la deuda en los mercados.

Esto supondrá un desafío. Las pruebas de estrés del Banco de España tendrán que ser exigentes. Lo ideal es que se publiquen de forma individual para cada entidad de crédito, o por lo menos, por grupos categorizados según la gravedad de sus deudas incobrables. Los escenarios deben ser también difíciles. Los inversores quieren saber que les pasaría a los bancos si la economía se derrumba.

Hacer frente al otro gran reto -el disfuncional mercado laboral- parece más difícil. Las reformas aprobadas ayer por el Gobierno son un paso en la dirección correcta: amplían la aplicación de un contrato laboral fijo con menores costes por despido, y dan a las compañías más flexibilidad para cambiar las condiciones de trabajo, entre otras cosas. Pero mientras que esto supone un paso adelante, es poco probable que los cambios alivien mucho del 20% de desempleo. Incluso asumiendo que el Parlamento ratifica la nueva ley el 22 de junio, teóricamente, podría llevar un año hasta aprobarse una ley más completa. Eso es mucho tiempo en los mercados actuales.

Por Fiona Maharg-Bravo

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