Zapatero proclama que España es "solvente" y pide a la oposición que "hable bien"
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, proclamó hoy que España es "un país solvente, sólido, fuerte y con crédito internacional" y pidió una vez más a la oposición, y en concreto a la diputada de UPyD, Rosa Díez, que "dada su condición de española hable bien de España aquí y fuera". "Eso ayudaría, más allá de quién esté en el Gobierno, a nuestra fortaleza y a nuestra recuperación", manifestó.
Además, insistió en que a causa de la crisis España, "como otros muchos" países, se ha visto "obligado" a tomar "medidas rápidas" y "desconocidas" como "rescates del sistema financiero, estímulos fiscales muy intensos y ahora planes de reducción del déficit". "Medidas improvisadas según usted", apuntó.
Díez había empezado por preguntarle qué hará el Gobierno "para recuperar el crédito perdido" -"donde pone 'crédito' ponga 'confianza", le precisó- y el presidente le replicó que "el crédito de España es muy alto en el mundo". "A pesar de sus palabras, seguramente no de sus intenciones", le dijo a su interlocutora.
Admite que es el que menos crédito ha aportado a España
Zapatero incidió en que ese "crédito" de España es fruto de la tarea de 30 años: "Seguramente el que menos ha hecho, fíjese, es este Gobierno, estoy dispuesto a admitirlo, pero como español me siento orgulloso de lo que hemos hecho durante 30 años, y quito al Gobierno y a quien lo preside", apuntó.
Para Díez, en cambio, "España no recuperará su crédito y su confianza como país" mientras Zapatero siga siendo presidente, de modo que le pidió que haga "un favor a todos": "no se empeñe en jugar la segunda parte y convoque elecciones".
"Podía haber empezado por el final y nos habría ahorrado un tiempo", le reprochó Zapatero en su réplica, antes de decirle a la ex socialista que "alguna" de sus "descalificaciones" era "poco entendible" y de dejar claro que esas manifestaciones no le preocupan aunque, dijo, las escucha y las respeta.
La diputada había acusado a Zapatero de haber "confundido gobernar con tirar de chequera para comprar voluntades", de haber fracasado en su política, de negar la realidad y de "esperar a que otros nos saquen del agujero", aunque todo ello fuera "con la mejor de las voluntades". "Hoy usted no tiene cheques y España no tiene crédito", añadió.