Las cajas gallegas aprueban el plan fusión, que afecta a 300 oficinas y 1.200 empleos
Los consejos de administración de Caixa Galicia y Caixanova han aprobado hoy el documento inicial del plan de integración de ambas entidades, que prevé la solicitud de 1.162 millones de euros al FROB y que afectará a 300 oficinas y 1.200 empleos.
Las dos cajas gallegas informaron en un comunicado conjunto de que el proyecto de integración prevé 330 millones de euros en sinergias netas (ahorros-costes), y que el proceso dará lugar a una de las diez mayores entidades financieras de España.
Ambas entidades han remitido la documentación al Banco de España y a la comisión del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, el FROB.
El documento aprobado hoy por los respectivos consejos de administración ha sido elaborado cumpliendo los plazos inicialmente previstos, después de cuatro semanas de trabajo, en el que han participado alrededor de 70 directivos de ambas entidades.
El comunicado informa de que el Gobierno gallego también ha sido informado del contenido del borrador del plan de integración y, posteriormente, la documentación se ha expuesto a los sindicatos representativos de los trabajadores de ambas entidades en una reunión celebrada esta tarde en Santiago.
El plan de integración de Caixa Galicia y Caixanova prevé la solicitud de unos 1.162 millones de euros al FROB, cuantía equivalente al 2% de la suma de los activos ponderados por riesgo (APR) de ambas cajas, cuya devolución está prevista en los cinco primeros años de la integración.
Sobre este particular, y según la información facilitada por ambas entidades, las proyecciones incluyen un plan de desinversión que significará reducir en alrededor de 8.000 millones de euros la cifra inicial de APR.
Con ello es obtendrá al mismo tiempo una aportación de liquidez de similar cuantía que servirá para reducir en un 62% las necesidades de renovación de las emisiones mayoristas actualmente en vigor.
Añade el comunicado que, aún después de las desinversiones previstas, la nueva caja "lideraría" el mercado financiero gallego, y se consolidaría como la quinta caja de ahorros española y uno de los 10 primeros grupos financieros nacional, con un volumen de negocio (depósitos + créditos de clientes) superior a 90.000 millones de euros.
Asimismo, las dos cajas prevén resultados positivos "en todo el período proyectado (2010-2015), en medida suficiente para afrontar la devolución del FROB, continuar reforzando la solvencia de la entidad, la cobertura de la morosidad con fondos para insolvencias, que se mantendrá por encima del 55%, y preservar la intensidad de su compromiso con el entorno a través de la inversión social".
La consecución de dichos indicadores pasa por el desarrollo de un plan de reestructuración, "consecuente también con la solicitud de ayudas del FROB, que permitirá acercar la eficiencia de la nueva entidad al entorno del 50% en el año 2015, gracias a la obtención de unas sinergias netas de más de 330 millones de euros, en total de los 5 años proyectados, como producto de la integración".
Esta cifra, precisa la nota, "cubre sobradamente" los cerca de 240 millones de euros que deberán sufragar también en ese período en concepto de intereses de las participaciones preferentes que suscribirá el FROB.
El plan de reestructuración previsto por las dos cajas gallegas se basa en una reordenación de la red comercial de unas 300 oficinas, motivada por el solapamiento de las originarias de ambas cajas, de las cuales menos de 200 corresponderían a Galicia, y la racionalización de sus respectivos servicios centrales y de apoyo, de lo que se derivaría un excedente de plantilla de unos 1.200 empleados.
Este excedente de plantilla "se resolvería" íntegramente a través de la fórmula de las prejubilaciones.
Caixa Galicia y Caixanova informaron de que en los próximos días "se continuará precisando, completando y, en su caso, adaptando" el documento inicialmente presentado al Banco de España, hasta componer la solicitud definitiva al FROB, que deberá ser formalizada antes del 30 de junio.