Mañana se celebra la vista del juicio que enfrenta a Mutua con su ex presidente
Cita en el Juzgado de lo Mercantil número 11 de Madrid. Mutua Madrileña y José María Ramírez Pomatta tienen mañana la vista oral del juicio que dilucidará si la aseguradora debe pagar o no 19,5 millones de euros en concepto de pensión a quien fuera su presidente entre 2002 y principios de 2008.
El directivo estima que ésta es la cantidad que le corresponde en virtud de los resultados que cosechó el grupo durante su gestión. Bajo su mandato, Mutua desarrolló una activa política de inversiones en Bolsa que se saldó con plusvalías millonarias. Su dinero hizo escala en Banco Popular (3,8%), ACS (3%), Colonial (10%) y Santander (1,17%). Legado de esos años también es el 2% que la compañía posee en Repsol y el 5% que tiene en Sacyr. Ambas participaciones anotan hoy importantes minusvalías.
Ramírez Pomatta fue relevado de su cargo por problemas de salud, pero al recuperarse impugnó su cese. Tras una tensa convivencia de cinco meses en el máximo órgano de gobierno de la aseguradora, abandonó su puesto como consejero. La pensión que reclama obedece a un programa de incentivos diseñado por PricewaterhouseCoopers (PwC) e implantado en Mutua en 2004. El resto del consejo renunció hace dos años a los derechos que el plan le confería.