La partida sigue abierta
El próximo día 16 de junio, el Banco de España celebrará su consejo de gobierno anual. Como es tradición, el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ofrecerá un discurso dividido en dos partes. Una de macroeconomía, en la que dará un repaso a la actual situación económica internacional en general y de España en particular. Además, explicará su recetario para salir de la crisis. La otra parte estará centrada en el sistema financiero español, y sobre todo en el sector de las cajas.
En este caso, y en contra de lo que hace algo más de un mes se preveía, Ordóñez podrá presumir de haber cerrado la reestructuración de estas entidades a tiempo, incluso con unos días de adelanto. En el caso de la banca mediana, también parece que se anunciarán cambios. El gobernador espera que esta transformación del mapa financiero español influya positivamente en los mercados.
Ordóñez ha encontrado importantes aliados para llevar a cabo su propósito, lo mismo que el Gobierno. El presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, que lleva sólo cinco meses en el cargo, ha hablado poco en este proceso, pero cuando lo ha hecho ha sido a lo grande. De una tacada, y prácticamente sobre el pitido final para que finalice el plazo para acogerse a las ayudas públicas, ha logrado aunar en una fusión virtual a varias entidades, entre las que destaca la valenciana Bancaja. No pudo hacerlo con Caixa Galicia o con CAM, pero sí con la entidad que preside José Luis Olivas.
Y con ello, ha conseguido arrebatar a La Caixa el liderato en el ranking de cajas. Es la primera vez que la institución madrileña supera a la catalana. Aunque todo el mundo sospecha que esto no quedará así. El que más y el que menos espera un rápido movimiento de La Caixa para volver a recuperar el trono. Lógico. Y margen tiene de sobra. Las cajas vascas, especialmente BBK, Ibercaja y Unicaja, además de otras más pequeñas, aún no tienen pareja en este baile. Y que conste que Cajasur tampoco tiene dueño. Nadie entendería que Isidro Fainé, el presidente de La Caixa y de la CECA, por recomendación del Gobierno, hubiese participado tan activamente en la reestructuración del sector y de la reforma de la ley para quedarse en un segundo puesto. Lo mismo sucede con Braulio Medel, presidente de Unicaja y también hombre fuerte de CECA -que tiene su oportunidad con Cajasur y Cajasol-, o de Amado Franco, número uno de Ibercaja y vicepresidente primero de la confederación. La caja más solvente de España, BBK, tampoco puede quedarse fuera de una reestructuración en la que puede ganar dimensión. La partida sigue abierta.