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Reordenación en la industria turística

Pascual y Díaz Ferrán se deshacen de Marsans en una venta bajo sospecha

Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual han vendido a Posibilitumm Business SL, vinculada al empresario Ángel de Cabo, todas las empresas del grupo Marsans por 600 millones, una cifra similar a la deuda acumulada. El deterioro del grupo y la identidad del comprador han puesto la operación bajo sospecha. Los dos socios han solicitado concurso voluntario de acreedores para Marsans.

Gonzalo Pascual, copropietario de Marsans
Gonzalo Pascual, copropietario de Marsans

Posibilitumm Business SL, con sede en Ontinyent (Valencia) y un objeto social de lo más alejado de la actividad turística, ha completado la adquisición de Viajes Marsans, la cabecera y buque insignia del grupo, y de Teinver, la patrimonial que acumula participaciones "totales o parciales" en un conjunto de 50 sociedades que pertenecían a Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual. Tras la operación, la firma valenciana -especializada en el rescate de empresas- aparece como accionista único de todo el grupo.

Hasta ahora se había venido barajando que la deuda total del grupo Marsans ascendía a unos 350 millones de euros, si bien la cantidad real se acercaría a los 600 millones. Posibilitumm se propone "reordenar el perímetro societario y las operaciones del grupo para devolverlo a la rentabilidad en el menor plazo posible a través de un plan de viabilidad". La compradora tiene un propósito de permanencia temporal en el grupo Marsans.

Además, Pascual y Díaz Ferrán han solicitado concurso voluntario de acreedores, después de que a dos proveedores -Grimaldi y hoteles Arrecife- les fuera admitida su petición de insolvencia del grupo. Fuentes del sector recordaron que cuando se produjo la quiebra de Air Madrid, hace cuatro años, fue un viajero que no había podido utilizar su billete quien instó el concurso obligatorio y sobre este escenario se desarrolló la liquidación de aquella fallida compañía aérea.

Muchas dudas

UGT, sindicato mayoritario entre los empleados de Marsans, asegura que tiene "muchas dudas" sobre la operación. "Parece obvio que este vehículo societario -como ha definido Marsans a la firma compradora- no tiene ninguna experiencia en el sector turístico". UGT añade que "estar especializado en el rescate de empresas puede significar un amplio abanico de futuribles: desde que se trate de una entidad de capital riesgo (en el mejor de los casos) hasta que Posibilitumm sea un intermediario para que el cierre de la compañía no salpique a los señores Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán".

Esta última sensación de UGT es compartida en distintos ámbitos del sector turístico, en el que se piensa que la operación no es más que una maniobra de los dos socios para intentar distanciarse de la evolución que pueda tener Marsans en los próximos meses. "Los proveedores no sabemos nada de forma oficial", explicaba ayer un acreedor de Marsans. "Vemos muy difícil que el comprador pueda remontar el concurso. La única opción sería que con los activos que queden empiecen de cero con una nueva marca", añadió esta fuente, que desconfía de una persona -Ángel de Cabo- desconocida en el mundo no sólo turístico sino empresarial en general.

Las dudas de UGT y de los trabajadores de Marsans son compartidas por diversas empresas del sector turístico. Todas entienden que el valor real de la práctica totalidad de los activos del grupo es nulo. Señalan que el fondo de comercio en viajes de negocio e institucionales se los han quedado hace ya varios meses Carlson Wagonlit Travel y El Corte Inglés, mientras que los de los viajeros de turismo se han ido también hacia firmas más fiables. La única incógnita que les queda a quienes ponen en duda la operación es saber de dónde ha salido el dinero que ha permitido pagar los salarios de los trabajadores este mes, tras un largo periodo de morosidad.

La compañía adeuda a las aerolíneas seis millones

Las compañías aéreas españolas y extrajeras que han mantenido relaciones comerciales con el grupo Marsans durante años no daban ayer el menor crédito a la operación de venta del grupo turístico a una sociedad y a un empresario del que "nunca se ha oído hablar en el sector". Los diferentes interlocutores pidieron a este diario no ser nombrados, pero en sus interpretaciones sobre la situación se traslucía indignación contra la actuación durante los últimos meses de Pascual y Díaz. La compañías calculan en algo más de seis millones de euros las deudas reales por venta de billetes que quedan pendientes. Recuerdan que cuando a mediados de abril la IATA les retiró la licencia por impagos al banco de compensación (BSP), la práctica totalidad de las compañías aéreas nacionales permitieron que Marsans siguiera comercializando sus productos, aunque fueran las propias aerolíneas las que tenían que emitir los billetes. Durante el tiempo transcurrido, según las fuentes mencionadas, los dueños de Marsans no han tomado ningún tipo de medida para intentar restablecer la normalidad en la comercialización de los productos, y la deuda con las compañías incluso se ha incrementado.

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Joaquim Clemente, Alberto Ortín

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