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Alberto de Rosa. Director general de Ribera Salud

"Antes que el copago sanitario, hay otros nichos de mejora"

El grupo Ribera Salud se expande poco a poco de la Comunidad Valenciana a Madrid, con su modelo de gestión privada de los hospitales públicos. Está convencido de las bondades de un modelo mercantilisita de la salud contestado por los sindicatos y la izquierda

Con un tono suave, pero de discurso rápido y lección aprendida, Alberto de Rosa (Valencia, 1962) se está colando en el mundo de la salud como una voz autorizada. No es para menos. Empezó gestionando el hospital de Alzira, el primer centro público construido y gestionado por la iniciativa privada. Ahora es el director general de Ribera Salud, controlada por las cajas valencianas, que gestiona cinco hospitales públicos en la Comunidad Valenciana y que con toda probabilidad se haga con el control de tres nuevos en Madrid. De momento ya construye el de Torrejón.

¿Se pierde calidad para los ciudadanos por la gestión privada de lo público?

"Yo siempre alabo a los gerentes de los hospitales tradicionales, que trabajan con pocas herramientas de gestión"

Por supuesto que no. No es que lo diga yo, es que lo dicen los propios ciudadanos. Desde que nació el modelo, hace 12 años, hemos pasado periódicamente encuestas de satisfacción. æpermil;stas denotan que el 91% de la población está muy satisfecha. Pero además el 94% desconoce que se gestiona de forma público-privada, y eso es porque importa mucho más cómo se hacen las cosas que quién las hace. Los ciudadanos están, en ocasiones, fuera de este debate muchas veces estéril. Ellos lo que quieren es una sanidad publica, gratuita y universal.

¿Cómo se pueden obtener beneficios empresariales sin menoscabar la salud de los pacientes?

Poniendo todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición a trabajar. Por ejemplo, estos hospitales son muy tecnológicos. Alzira fue el primer hospital informatizado de España. Esto nos permite saber cuánto hacemos y cómo lo hacemos. Siempre digo que hay un triángulo del éxito. Por un lado, la tecnología, los sistemas de información. Después, una gestión moderna de los recursos humanos. No podemos tratar igual al que es desigual, tenemos que introducir elementos de que el que más y mejor trabaje tiene que ganar más. Por lo tanto, hay que hacer un modelo de gestión de recursos humanos nuevo, distinto, más moderno. En tercer lugar, gestión clínica.

Los sindicatos denuncian que parte de los servicios más costosos no se asumen o las urgencias más caras se trasladan a otros hospitales...

Evidentemente conocemos todas las críticas históricas que se han hecho sobre el modelo, por eso creo que otro de los debates que hay que hacer en España es que más que criticar cosas sin tener detrás una base sólida, tenemos que pedir a las Administraciones que se funde un observatorio independiente para evaluar todos los modelos de gestión. Como ciudadanos debemos saber qué están aportando cada uno, con una evaluación científica.

¿Es un modelo del PP?

No. Curiosamente, si observáramos la experiencia internacional del modelo, veríamos que se inicia en Suecia en los noventa con Gobiernos socialdemócratas. En Reino Unido, el laborismo lo ha desarrollado hasta este momento, en que hay más de 80 hospitales. En Portugal ya hay cuatro proyectos de colaboración público-privada, donde los ha impulsado el partido socialista. Este debate de la sostenibilidad, más que ser de un partido político o de otro, es un debate que está en todo el mundo. Al propio presidente Barack Obama hay que agradecerle que lo haya impulsado poniendo encima de la mesa la realidad de que la sanidad debe enfrentarse a unos retos muy importantes, donde los costes están creciendo mucho más rápido que el PIB.

Por lo que el PSOE dice, no parece que quieran usar este modelo. Si se cambia el Gobierno en Valencia o en Madrid, ¿hay una marcha atrás en estas concesiones?

Desde luego, lo bueno de estas concesiones es que la última llave de la decisión la tiene evidentemente la Administración y, como responsables de una empresa privada, trabajamos para que la Administración, independientemente del color político esté satisfecha con el servicio que damos a los ciudadanos, que son a los que nos debemos todos.

¿Es necesario el copago sanitario?

Antes de plantear el copago sanitario hay muchos otros nichos. Todos los agentes del sector debemos seguir buscando nichos de mejora de gestión.

¿Cómo cuales?

Los recursos humanos.

¿Qué habría que cambiar de los hospitales tradicionales?

Lo primero que habría que hacer es dotarlos de mayor flexibilidad. Yo siempre alabo a los gestores de los hospitales públicos tradicionales, porque tienen que gestionar enormes volúmenes de recursos económicos y financieros con muy pocas herramientas de gestión. Se debería avanzar en flexibilizar y dotar de herramientas de gestión.

A la espera de tres hospitales en Madrid

El conocido como modelo Alzira funciona de forma muy sencilla: por cada habitante, el Gobierno autonómico le paga una cantidad a cambio de cumplir unos criterios de calidad. Madrid ya le ha cedido la construcción del hospital de Torrejón de Ardoz, que se deberá concluir justo antes de las elecciones de 2011. El de Villalba está a la espera de concurso y probablemente el de Carabanchel.

Pero no es una empresa ajena al poder público. Las dos grandes cajas de ahorros valencianas, Bancaja y CAM, acudieron a la llamada de la Generalitat para ser, a través de Ribera Salud, los socios financieros de Adeslas en la primera privatización de la gestión del hospital de Alzira.

De Rosa rechaza representar al monstruo que mercantiliza la salud: "Lo verdaderamente importante es si queremos hospitales cercanos al domicilio, con habitaciones individuales, que abran mañana y tarde; tenemos que reflexionar sobre la sanidad que queremos dentro de 20 años. Estoy convencido de que los ciudadanos van a querer hospitales mucho más parecidos a Alzira que a los hospitales de gestión tradicional".

Niega también que se descuide la investigación o la docencia: Alzira es un hospital universitario. Y sobre todo apuesta por la flexibilidad en la gestión: "Poder contratar y no ajustarse a una bolsa de trabajo, contratar a los profesionales que considere con un perfil adecuado, poder incentivar a los profesionales que están aportando un mayor valor a la organización, no sólo en actividad, sino en cuanto a ciencia, a investigación o a docencia".

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