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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

"¡Es el mercado, estúpido!"

Vaya por delante que la famosa frase, utilizada durante la primera campaña presidencial de Bill Clinton -"¡es la economía, estúpido!"-, con la que he titulado este artículo, no va dirigida a un político concreto. No sería justo. Lo justo sería decírselo a todos los políticos de la eurozona, a los que por algún motivo no les ha sido suficiente un par de tardes para entender el funcionamiento de los mercados.

Pero en esta ocasión quiero ser práctico y dirigirme a los inversores y no a los políticos, pues seguramente valorarán mis ideas mejor que los políticos. Cuestión número uno: ¿hasta donde caerá el euro? Hay asesores que dirán que no tienen la bola de cristal. Otros darán una cifra concreta, incluso con tres decimales. En mi modesta opinión la respuesta no es ni tan derrotista ni tan prepotente: el euro tocará fondo cuando el mercado considere que la divisa europea ha alcanzado el valor que refleja la realidad de las expectativas económicas y de tipos e interés de la eurozona. No podemos decir donde está exactamente ese valor, pero si podemos decir -y lo dijimos el día seis de marzo en esta misma tribuna, en un artículo titulado "Muchas gracias Sr. Soros"- que no tiene ninguna lógica que un euro cueste mucho más que un dólar, igual que dijimos, por cierto, que era ridículo que España se financiara al mismo tipo de interés que Alemania. El valor de un euro puede estar como mucho un poco por encima del de un dólar, y eso solo porque ahí está el Sr. Trichet luchando contra molinos que ve como monstruos inflacionistas. Si no, seguramente debería estar incluso por debajo. ¿Y las Bolsas? Pues lo mismo. Dejarán de bajar cuando el mercado decida que están baratas y que se ha descontado en los precios el "lastre europeo". En las Bolsas del continente todavía no se ha descontado plenamente el nivel de incompetencia de sus políticos, entre otras cosas porque todavía no sabemos hasta dónde puede llegar. Solo valoraciones de épocas de recesión -y posiblemente con deflación- servirían para establecer el suelo del mercado. En Norteamérica la valoración es adecuada, pero todavía podemos aprovechar el "lastre europeo" para comprar algo más barato.

Víctor Alvargonzález. Director general de Profim

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