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Desastre ecológico

BP creará una empresa para gestionar los efectos del escape en el Golfo de México

La petrolera británica BP anunció hoy que creará una empresa que se encargará específicamente de gestionar las tareas de reparación y hacer frente a los efectos del escape de crudo ocurrido en una de sus plataformas en el Golfo de México.

El consejero delegado de la firma, Tony Hayward, precisó en una teleconferencia con inversores que la nueva entidad estará dirigida por el responsable de América de BP, Bob Dudley, quien velará por el cumplimiento de "todas las obligaciones" de la compañía.

Hayward aseguró que la nueva empresa no supondrá "una reorganización de activos", sino sólo de personas, de modo que pueda separarse la labor de respuesta a la catástrofe en el Golfo de la actividad normal de la petrolera.

En su intervención, el directivo reiteró el "total compromiso" de BP para resolver la situación creada por el accidente del pasado 20 de abril en la plataforma Deepwater Horizon, en el que murieron 11 personas y que ha dado lugar a un vertido de petróleo de graves consecuencias para el medio ambiente.

Tony Hayward aseguró que en este momento es imposible predecir el coste total de subsanar el desastre, que además de la reparación de la plataforma incluirá la limpieza del entorno y correspondientes indemnizaciones y multas, pero adelantó que será "severo".

Sin embargo, puntualizó que la empresa, que calcula perder unos mil millones de dólares en petróleo por el derrame, se encuentra en una posición financiera "sólida", tanto en liquidez como en activos, para hacer frente a las reclamaciones.

Precisamente, el Gobierno estadounidense dijo anoche que va a enviar a BP una primera factura de 69 millones de dólares por las tareas de limpieza en la zona del Golfo, que la compañía debe pagar antes del próximo 1 de julio.

En cuanto al pago trimestral de dividendos, un asunto que preocupa mucho a los accionistas y por ende a las bolsas de valores, señaló que la empresa intentará encontrar "un equilibrio" entre sus obligaciones con los inversores y su necesidad de destinar dinero para resolver el escape e invertir en el futuro de la compañía.

"Haremos lo posible para proteger el valor de la empresa en la que habéis invertido", dijo Hayward a los accionistas, a quienes no pudo concretar si cobrarán un dividendo en el plazo previsto del 22 de julio.

El presidente de BP, Carl-Henric Svanger, también presente en la teleconferencia, indicó a su vez que, hasta esa fecha, la empresa sopesará, teniendo en cuenta la manifiesta inquietud de los inversores, cuál es la mejor manera de distribuir los recursos.

Tanto Hayward como Svanger expresaron su "pesar" por el desastre en el Golfo y se disculparon ante los accionistas y los afectados en Estados Unidos, además de comprometerse a aprender las debidas lecciones.

El consejero delegado reconoció que el accidente se produjo porque no funcionaron una serie de "procesos, sistemas y equipamiento" que debieran haber prevenido el desastre.

En ese sentido, dijo que lo ocurrido supone una señal de alerta para toda la industria, y recordó que BP invertirá 500 millones de dólares en investigación para mejorar la seguridad.

Hayward insistió en que la gigante del petróleo "invertirá todos sus recursos" en hacer frente a sus responsabilidades, que pueden derivarse tanto de la reparación del escape como de reclamaciones por efectos en el medio ambiente o personales.

Es importante "recuperar la confianza" de los empleados -80.000 en total, un 30% de los cuales está en EEUU-, los inversores -con un 40% en ese país-, de la comunidad en la zona del Golfo y en general del mundo, ya que de ello depende el futuro de la compañía, advirtió.

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