Este partido... lo vamos a ganar
Avanza ha logrado que el sector de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (SI) se convierta en motor e impulso del desarrollo de otros sectores. Los más de 5.000 millones de euros entre 2005 y 2008 que ha destinado el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, a través de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, a este plan han permitido que nuestro país haya reducido la brecha digital con los países del entorno.
Por ejemplo, actualmente, casi 24 millones de ciudadanos en España se conectan a internet. Y el 97 % de ellos lo hacen con banda ancha. En 2003, se conectaban algo menos de 12 millones de ciudadanos y sólo el 50 % lo hacía a través de la banda ancha. En el caso de las empresas, el 97 % de las compañías conectadas a internet en España lo hacen con banda ancha, mientras que la media europea se sitúa en el 87 %.
Los resultados hablan por sí solos y es que, con esta iniciativa, España se ha subido al tren de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, como consecuencia de la apuesta del Gobierno por el desarrollo de la Sociedad de la Información y del Conocimiento para poder ser un país moderno y competitivo y avanzar en la senda del progreso económico, tecnológico y social.
Dar continuidad a este plan, articulado en Avanza 2, es la gran apuesta del Ejecutivo que, en un entorno económico poco favorable, se ha visto en la tesitura de flexibilizar las condiciones para optar a las ayudas recogidas en Avanza si quiere seguir estimulando la inversión a la I+D+i cuando la dotación presupuestaria no es tan generosa como en años anteriores. En este sentido, una de las primeras medidas adoptadas y que marca la diferencia respecto a convocatorias anteriores es la supresión de avales para la concesión de créditos. Y es que la coyuntura económica internacional ha provocado una caída en picado de la concesión de créditos en España.
Según datos, del Banco Central Europeo (BCE), la financiación a las empresas en España se redujo en febrero de 2009 un 4,1% en cifra anual hasta los 924.500 millones de euros. Es, sin lugar a dudas, la mayor de las siete caídas mensuales que se han sucedido de forma consecutiva desde agosto, y que ha supuesto que el montante de financiación a las actividades productivas se haya reducido en 30.000 millones de euros, un 3,12% es decir, el doble que los países de la eurozona, donde descenso acumulado es del 1,47%.
Después de haber incrementado en 1,14 billones de euros su cartera de créditos entre los años 2003 y 2009 (ahora situada en 1,8 billones de euros), la economía española está inmersa en un proceso de reducción de deuda, cuyo final todavía no se atisba. Esta falta de crédito ha hecho que el Ejecutivo, aparte de suprimir los avales en la concesión de los créditos, haya decidido ampliar la cantidad a financiar de los proyectos que se presenten. Si en 2009, sólo el 75% del presupuesto del proyecto era objeto de financiación, en la nueva convocatoria este porcentaje alcanza el 100%. Una iniciativa con la que se espera impulsar la inversión del tejido productivo español en actividades de I+D+i.
Está claro que el terreno de juego ha cambiado: los presupuestos generales de este año para política de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) se han reducido en un 5,5%, hasta los 9.128 millones de euros y las condiciones para la concesión de créditos se han endurecido. En este contexto, para que el partido continúe es fundamental rediseñar las reglas del juego que ayuden a crear un nuevo modelo económico productivo que garantice la competitividad de nuestra economía.
Emmanuel Mielvaque. Director general de Alma Consulting Group