Una vez más, con emoción
Microsoft sacude su unidad de juegos, música y dispositivos tras una decepcionante carrera de cinco años. Su presidente, Robbie Bach, se retirará el próximo otoño. Microsoft necesita dar un viraje a sus dispositivos táctiles y enfrentarse a la idea de si realmente puede competir con el Android de Google y el iPhone de Apple. En caso contrario, se necesitarían mayores cambios.
La división es rentable, responsable de cerca del 5% del beneficio de explotación de la compañía en los últimos nueve meses. Pero ha tenido un gran coste para los accionistas. En los últimos cinco años, la división de entretenimiento y dispositivos ha tenido unas pérdidas superiores a los 1.500 millones de dólares.
Las ambiciones de telefonía móvil de la empresa son el quid del problema. El sistema operativo para smartphones ha caído al quinto lugar en el mundo, según Gartner. Eso es importante porque la gente cada vez más lo usa para todo. Microsoft ha estado perdiendo mercado. Algo que no ha escapado a la atención de los inversores. La capitalización del mercado de Apple superó a la de Microsoft el miércoles, en parte gracias a su éxito en los dispositivos móviles.
La próxima oportunidad de Microsoft llegará pronto. Los teléfonos inteligentes impulsados por Windows Phone 7 desembarcarán en las tiendas a finales de año. Aunque tal vez sea demasiado tarde. Hay muchas más aplicaciones disponibles para el iPhone y los teléfonos que funcionan con Android, y su ventaja crece a diario. Eso quiere decir que estos dispositivos son más útiles para los clientes.
Por Robert Cyran