'The Economist' cree que España "ha perdido un tiempo precioso" para reestructurar el sistema financiero
El semanario británico 'The Economist' criticó esta semana, a raíz de la intervención de CajaSur por parte del Banco de España, que España "ha perdido un tiempo precioso" para reestructurar su sistema financiero después de que estallara la crisis económica hace dos años.
En un artículo en el que aborda la situación de las cajas de ahorro españolas, 'The Economist' advierte de cómo está afectando la crisis en nuestro país, donde recuerda que el paro está casi en el 20% y hay "temores" sobre el aumento de su deuda pública. También avisa de las dificultades por las que atravesarán los bancos este año por la "contracción del crédito".
Por todo ello, el semanario británico considera que si finalmente no se produce una nueva "oleada" de operaciones en el sector financiero en la que "las entidades fuertes se harán con las más débiles", será un "milagro".
El artículo, titulado "Un desorden profano", comienza señalando que "al final, CajaSur creyó en Dios" tras la intervención del Banco de España, pero advierte de que el proceso de fusiones de cajas iniciado en nuestro país y la intervención de dos, como son CajaSur y Caja Castilla-La Mancha, es el inicio de un "proceso más largo".
Tras explicar el proceso por el que la entidad financiera cordobesa ha llegado a su actual situación, 'The Economist' destaca que los motivos que llevaron a CajaSur a rechazar la fusión con Unicaja son "un misterio". Aunque indica que la caja acusó a Unicaja de no asegurar salarios y puestos de trabajo, el semanario considera "absurdo" este razonamiento.
En cualquier caso, afirma que la falta de acuerdo entre Unicaja y CajaSur y la posterior intervención de ésta última ha hecho que se eleven los temores sobre la verdadera situación del sistema financiero de España. De hecho, opina que todo este proceso ha demostrado que la situación de los bancos es peor de lo previsto.
Además, opina que "la política se impone a la razón" en la mayoría de las ocasiones, por lo que recomienda que para atraer capital privado se requieren cambios como "la reducción de la influencia de los políticos" en bancos y cajas.