El enfermo crónico obliga a repensar el sistema de salud
Las nuevas patologías crónicas y el envejecimiento de la sociedad piden soluciones de atención para el paciente, a partir de cambios en los roles de los profesionales
La esperanza de vida en las sociedades desarrolladas cada vez es mayor. Además, ciertas enfermedades "que eran mortales ahora se han conseguido cronificar. La prevalencia de las patologías crónicas cada vez es mayor", detalla Josep Roca, jefe del Servicio de Respiratorio del Hospital Clínic i Provincial de Barcelona, durante su participación a través del teléfono en el desayuno organizado por Cinco Días y patrocinado por Accenture en el que se debate sobre la gestión de las enfermedades crónicas dentro de los sistemas de salud actuales y cómo construir un modelo sostenible y que mejore la atención al paciente.
Las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud marcan que antes de 2020, las enfermedades crónicas constituirán el 60% del total de las enfermedades y serán responsables del 73% de las muertes en todo el mundo. En España, las enfermedades crónicas ya suponen más del 50% de los tratamientos y el 70% del gasto sanitario. Dos tercios del incremento anual de este gasto responde al tratamiento de este tipo de dolencias.
Sin embargo, el propio Roca asume que "tenemos un sistema diseñado después de la Segunda Guerra Mundial, orientado al paciente agudo", a la urgencia. Por su parte, Josep Carbó, Responsable de Gestión de la Salud en Accenture, considera que lo verdaderamente costoso y complicado dentro del sistema de salud "es el imprevisto y los reingresos" de los pacientes no suficientemente diagnosticados o cuyo diagnóstico llega tarde.
Los ponentes coinciden en que es necesario un cambio cultural y de definición de competencias en el sistema de salud español
Esteban Plata, director general de Abbott España, plantea el tema desde "el entendimiento mutuo, pensar en las enfermedades crónicas no como dolencias sino como condiciones de vida". El directivo explica que "como tales condiciones, no exigen cura sino cuidado y asistencia, este planteamiento exige a su vez la redefinición de las responsabilidades de los distintos agentes del proceso". El reto, entonces, es ir modificando el sistema sanitario actual. Gloria Julia Nazco, directora general de programas asistenciales del Servicio Canario de Salud, afirma que se necesita "ganar en eficiencia. En el modelo actual, hay grandes bolsas de ineficiencias". "Es un sistema muy bueno, pero frágil", afirma Roca.
Más participación del paciente
Los cambios de rol entre los grupos interesados y afectados por este nuevo modelo se convierten en eje de la conversación. Se habla de los pacientes como "centro del modelo alrededor del cual pivote todo lo demás", como señala Joan Montaner, director médico de Esteve Teijin Healthcare, que apunta a una "mayor educación sobre la propia enfermedad para garantizar una mayor adherencia a los tratamientos".
Según Javier Mur, responsable de Sanidad para Europa, África y América Latina, y basándose en datos de una encuesta a nivel europeo sobre sistemas nacionales de salud, "los ciudadanos tienen una percepción buena del sistema, aunque su principal queja es la saturación. Lo perciben como muy burocrático y poco eficiente". Mur plantea que los pacientes detectan que tienen "poca participación en la toma de decisiones y que quieren estar informados y colaborar".
Las representantes de las asociaciones de pacientes crónicos, Conchita Grau, presidenta de Asma Madrid, y María Victoria Palomares, vicepresidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermos Respiratorios (Fenaer), corroboraron esta necesidad de una posición más activa de los pacientes en sus tratamientos. Grau asegura que "el paciente solo se desorienta. Es importante fomentar el asociacionismo para mejorar el conocimiento de las dolencias propias y pujar porque se abra a los enfermos las mesas de negociación para fijar criterios como los que determinan las minusvalías o las enfermedades profesionales".
"Queremos estar presentes en las decisiones que se toman y que nos afecten en todos los estamentos", apoya Palomares. "Tomar iniciativas para el paciente pero sin el paciente suena a otra época", indica. La vicepresidenta de Fenaer criticó la dificultad añadida para acceder a la toma de decisiones que supone que las competencias de Sanidad estén transferidas a las 17 comunidades autónomas. "Tendrían que ponerse de acuerdo para adoptar protocolos de actuación unificados", afirmó.
Sobre la participación de los pacientes, Nazco añade que "es muy importante la participación del usuario, escucharle y que el paciente sea responsable de su propia salud". Nazco explica brevemente la importancia de los programas educativos que se han puesto en marcha en su autonomía canaria para concienciar sobre el cuidado de la propia salud. Plata, responsable de Abbott España, apunta la relevancia de la "educación preventiva, que sirva para mitigar o paliar el riesgo de que se vuelva grave. Implica también la corresponsabilidad del paciente con su enfermedad".
Plata asume que a día de hoy, "ya se han hecho muchas cosas" y que se impone la necesidad de "un acuerdo básico sobre el derecho de los pacientes a la información, el nuevo rol de la enfermería y la importancia del diagnóstico precoz".
Nuevo rol para médicos y enfermeras
Los papeles de médicos, enfermeras y demás profesionales y responsables de la sanidad se plantean desde el punto de vista de un necesario cambio de modelo, también en la gestión. Así, Carbó, de Accenture, señala que, en la transformación del modelo, es necesario "cambiar el enfoque de la asistencia, desde una atención reactiva hacia una actitud proactiva", que promueva y se implique en el seguimiento.
Además, comenta la necesidad de "liberar de la presión asistencial al sistema. Hay demasiadas tareas administrativas que recaen sobre los sanitarios". "Hay gente con capacidades, formación y ganas de asumir unas nuevas responsabilidades, más especializadas", afirma. Sería necesario también, en su opinión, la "estandarización y protocolización de los servicios". "El sistema debe aprovechar la información que tiene desde todos los grupos, retroalimentarse y utilizarla para la toma de decisiones inteligentes", concluye Carbó.
Roca, desde Barcelona, afirma que "es imprescindible la sensibilización sobre este nuevo modelo pero insuficiente. Se necesita un cambio de habilidades y de paradigma". "Es imprescindible que se lleve a cabo un cambio cultural, en las competencias de cada agente, en la formación, porque si no, no se dará esta nueva interacción con los pacientes tan necesaria", asegura por teléfono. Nazco, como responsable del Servicio Canario de la Salud, opone que "el sistema entero ha de orientarse al paciente crónico. Se necesita una nueva visión organizativa y política, que se lo crea el conjunto del sistema".
El director médico de Esteve plantea la realidad de los profesionales sanitarios quemados, que se enfrentan a una demanda creciente con pocos medios. Al planteamiento de Montaner, Grau, de Asma Madrid, señala que el profesional de enfermería está infrautilizado. Y Carbó añade que "el rol natural de estos profesionales es liderar este cambio de modelo asistencial". En este sentido, plantea que también los farmacéuticos de oficina de farmacia están infrautilizados cuando serían clave para la asistencia.
El responsable de Accenture también afirma, respecto de los médicos, que es importante mejorar sus habilidades de gestión de equipos y sus capacidades de liderazgo para superar la cultura jerarquizada del sistema de salud y que los profesionales colaboren entre ellos y con los pacientes para la toma de decisiones. "La posibilidad de una nueva relación con los médicos, que miren a los ojos a sus pacientes y les escuchen, tiene efectos muy positivos a nivel físico y a nivel funcional", afirmó Palomares, de Fenaer.
En este sentido, la modificación debe empezar desde mucho antes. "Falta reflexión e introducir estos nuevos modos de pensar en la sanidad desde las Universidades. Hay que incidir en el cambio de la formación de los profesionales", afirma Carbó, para no perpetuar estructuras jerárquicas no operativas.
Asistencias complementarias
Como iniciativas de gestión sobre este nuevo modelo, Roca propone "nuevos servicios asistenciales flexibles y complementarios al existente que le dé mayor eficiencia". Desde Barcelona, asegura que es necesario un nuevo sistema "de financiación, definir nuevas formas de negociación y de relación con los proveedores".
Plata, de Abbott, plantea la creación de unas unidades asistenciales para crónicos y otras para agudos, diseñadas con todos los grupos de interés. Sería "un sistema no alternativo pero si complementario", señala Mur, de Accenture. Carbó añade que "la demanda es creciente y habrá que modificar la cartera de servicios, para poder dar mayor valor añadido". La pregunta es precisamente la definición de esa cartera, evitando los reingresos inmediatos, nada más dar el alta a un paciente crónico que ha tenido un episodio grave.
Sin embargo, los participantes están de acuerdo en que, para que este modelo pueda llevarse a cabo, debe estar en la agenda de todos los consejeros de Salud de todas las Comunidades Autónomas. En este sentido, Mur señala que se están haciendo pruebas piloto y de impacto reducido. "El reto está en extender estos ensayos", afirma.
Tecnología y acceso a la información
El nuevo modelo asistencial en el que se dé el protagonismo necesario a la gestión de enfermedades crónicas "no funcionaría sin las tecnologías de la información", tal y como afirma Javier Mur, responsable de Accenture. Roca señala estas nuevas herramientas como modificaciones necesarias para implantar estos sistemas. "La tecnología sirve como apoyo y como herramienta imprescindible pero, una vez depurados los resultados, hay que ver cómo se analizan", afirma además Mur.El director general de Abbott asegura que "es necesario abordar las nuevas tecnologías y el acceso a la información desde una perspectiva heterogénea pero realista, como la sociedad". Esteban Plata comenta la cantidad de datos a los que tienen acceso los pacientes actualmente y la información con la que llegan ante los médicos. "La tecnología lo agiliza todo, lo bueno y lo malo", afirma en este sentido. Sin embargo, el directivo plantea que es necesario "asumir que el acceso a la información es inmediato e ilimitado" y que los profesionales también han de trabajar con pacientes que quieren estar informados. Plata sugiere que se podría orientar desde los médicos este acceso proponiendo sitios web relevantes y con credibilidad para que el paciente no se pierda ni reciba informaciones falsas, sesgadas o que le generen expectativas no realizables.Para Carbó, el sistema también se encuentra ante "un reto tecnológico" si bien este "nuevo modelo", con posibilidades de compartir información, de crear protocolos y mejorar procesos, "generará ahorros. Se podrán hacer más cosas con el mismo dinero".