Cajamurcia, Granada, Sa Nostra y Caixa Penedès negocian su integración
Cajamurcia, Caja Granada, Sa Nostra (Islas Baleares) y Caixa Penedès están en conversaciones para integrarse por medio de una fusión virtual, que se articularía por medio de un sistema institucional de protección (SIP). Varias de estas entidades mantienen otras alternativas abiertas.
El tiempo apremia, y los contactos entre los presidente de las cajas de ahorros se multiplican en los últimos días. El anuncio de ayer de Cajastur, Caja Mediterráneo, Caja Extremadura y Caja Cantabria, de que van a integrarse deja cada vez menos jugadores disponibles y, además, el plazo para solicitar dinero al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) empieza a agotarse.
En este escenario, Cajamurcia, Caixa Penedès, Sa Nostra y Caja Granada, que ya estuvieron en contacto con las citadas cuatro cajas para formar una gran agrupación, mantienen las negociaciones para concretar una fusión virtual.
La unión de estas cuatro entidades podría convertirlas en la cuarta o quinta entidad por volumen de negocio, con más de 100.000 millones de euros, o la sexta o séptima entidad por volumen de activos, con unos 80.000 millones. Además concentrarían su actividad en la zona de Levante y Madrid, según las fuentes consultadas.
Sin confirmación oficial
Los portavoces de Cajamurcia, Caixa Penedès y Caja Granada, no quisieron comentar ayer si existen las citadas conversaciones, y se limitaron a asegurar que hay contactos a varias bandas. No obstante, otras fuentes financieras aseguran que esta alternativa es, hoy por hoy, la más viable de cuantas están analizando unas y otras.
Entre las conversaciones que se le atribuyen a Caixa Penedès, destaca una posible fusión intrarregional, con Caixa Laietana y Caixa Girona. De acuerdo con diversas fuentes, esta es la solución preferida por la Generalitat, que estaría presionando para lograr que todas las cajas catalanas (salvo La Caixa) acaben fusionándose entre sí.
Mientras tanto, Caja Granada habría recibido llamadas del Grupo Banca Cívica (integrado por Caja Navarra, CajaCanarias, Caja Burgos y, previsiblemente, por Caja Ávila y Caja Segovia) para unirse al mismo.
Por su parte, Cajamurcia aspira, en cualquier caso, a ser líder de cualquier operación en que participe, haciendo valer sus excelentes datos de solvencia y eficiencia. Esta es la misma situación que ha hecho a Cajastur tener tanto protagonismo en la fusión virtual anunciada el lunes.
El excesivo tamaño de una unión a siete bandas
Las conversaciones entre Cajamurcia, Cajastur y Caja Cantabria, junto con otras tres o cuatro cajas que fueron variando (Caixanova, hasta la operación con Caixa Galicia, Caja Cantabria, Caja Extremadura y, en último término Caja Mediterráneo), comenzaron hace muchos meses. Fue el presidente de Caja Cantabria, Enrique Ambrosio, quien más publicidad dio al proyecto, al hablar de un grupo que sobrepasaría los 100.000 millones de activos. Finalmente, cuatro de las cajas en conversaciones se separaron ayer del resto, para formar su propio SIP. De acuerdo con fuentes financieras, el Banco de España no quería un grupo tan grande y con tantas entidades implicadas.
Sobre la firma
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