La UE acuerda endurecer las sanciones a los países con déficit excesivo
La Unión Europea endurecerá el Pacto de Estabilidad para evitar desastres presupuestarios como el vivido en Grecia y desequilibrios macroeconcómico como los revelados por la crisis en países como España o Irlanda. La reforma puesta en marcha hoy incluirá nuevas sanciones e instrumentos disciplinarios para garantizar que todos los socios europeos mantienen saneadas sus cuentas y que corrigen las posibles divergencias en áreas como competitividad, balanza comercial o costes laborales.
"Hubo un amplio consenso sobre el principio de contar con sanciones, sanciones financieras y no financieras", explicó en rueda de prensa el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al término de la reunión de los 27 convocada para tratar de mejorar la coordinación de políticas económicas en la UE.
"No me ha sorprendido, sino que me ha alegrado que todo el mundo esté dispuesto a avanzar hacia un Pacto de Estabilidad fuerte que tenemos que aplicar. Si necesitamos sanciones, crearemos nuevas sanciones, más de las que están ahora previstas en el PEC", resaltó el presidente del Consejo Europeo.
Así lo ha decidido en su primera reunión, celebrada esta tarde en Bruselas, el Grupo de Trabajo para la reforma del Pacto, liderado por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy y compuesto por los representantes de los 27 países de la UE (en la mayor de los casos, ministros de Economía), la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.
La negociación, que se espera cerrar en octubre, marca ya cuatro objetivos: el reforzamiento del Pacto, el establecimiento de mecanismos para reducir las divergencias económicas, la creación de un mecanismo de resolución de crisis (similar al utilizado en Grecia) y el estrechamiento de la coordinación económica para reaccionar con más rapidez ante futuras crisis.
El endurecimiento del Pacto es una iniciativa de Alemania, que ha pedido que se castigue a los incumplidores con la congelación de las ayudas europeas y, en los casos más graves, con la suspensión durante un año del derecho de voto en los Consejos de ministros de la UE. Es la contrapartida que exigió Berlín para aprobar el rescate de Grecia y el fondo de 750.000 millones de euros para frenar el contagio de la crisis griega a España y Portugal. La Comisión también apuesta por suspender las subvenciones comunitarias a los incumplidores.
El PEC ya prevé la aplicación de sanciones para los países que superen el límite de déficit público, pero de momento nunca se han llevado a la práctica. El momento en que se estuvo más cerca de imponer multas fue en 2003, pero Alemania y Francia, que eran los países incumplidores, paralizaron el proceso y forzaron una reforma del Pacto para flexibilizarlo.
"En el pasado, las medidas correctivas se adoptaron demasiado tarde, los instrumentos jurídicos disponibles no se usaron de forma suficiente", reconoció el presidente del Consejo Europeo.
Por su parte, Elena Salgado ha asegurado que "las sanciones ya están incluidas en el Pacto de Estabilidad, se trata de reforzar esa parte preventiva". La vicepresidenta segunda explicó que en la primera reunión del grupo de trabajo "hemos compartido puntos de vista sobre la gobernanza económica en el ámbito de la Unión Europea y también el ámbito de la zona euro".
A corto plazo no se contemplan quiebras controladas de países
Van Rompuy aseguró que "a corto plazo" ningún ministro propuso un mecanismo de quiebra controlada de un país. En este sentido, insistió en que el fondo de rescate para Grecia "no incluye ninguna disposición para la reestructuración de la deuda". Este procedimiento tampoco está previsto en el instrumento de 750.000 millones de euros, subrayó. Sólo "a largo plazo", aclaró, Alemania ha reclamado un procedimiento para quiebras ordenadas de países de la eurozona si se crea un mecanismo de rescate.
Durante la reunión, Van Rompuy planteó la idea de que la UE pueda garantizar parte de la deuda de un país con problemas siempre que éste cumpla de manera estricta los compromisos de reducción del déficit. "Esa idea no se ha discutido a fondo", explicó.
Frente a la pretensión alemana de modificar los Tratados para reforzar la disciplina fiscal en la eurozona, Van Rompuy señaló que la mayoría de países prefieren "trabajar todo lo que se pueda en el marco de los Tratados actuales porque ello hace las cosas muchas más fáciles y permite ir mucho más rápido". No obstante, dejó claro que "no se ha excluido nada", aunque los ministros discutirán antes sobre los objetivos que desean alcanzar y sólo después de los instrumentos.
Son cuatro los objetivos en los que se han puesto de acuerdo los ministros de Economía, según el presidente del Consejo Europeo: reforzar el Pacto de Estabilidad para que sea eficaz; reducir las divergencias de competitividad, sobre todo entre los países de la eurozona; crear un mecanismo de crisis para abordar problemas como los de Grecia; y reforzar el gobierno económico de la UE en términos institucionales para "actuar rápidamente y de forma más eficaz y coordinada".
"El acuerdo final debe crear una mayor cohesión económica en la UE. Esto es vital para los 27 países que comparten un mercado interior común y para la zona de 16 países que comparten una moneda única. Esta cohesión es necesaria para actuar de forma eficaz y creíble", dijo Van Rompuy.
Los ministros de Economía de la UE se reunirán de nuevo para discutir sobre coordinación económica a principios de junio y presentarán un primer informe a la cumbre de líderes europeos que se celebrará el 17 de junio. El objetivo es lograr un acuerdo final en octubre.
Breve reunión del Eurogrupo
Los ministros de Economía de la eurozona celebraron además una breve reunión aparte para conocer la marcha de los trabajos técnicos para poner en marcha el fondo de rescate dotado con 750.000 millones de euros, cuyo objetivo es frenar el contagio de la crisis griega a España y Portugal. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, aseguró que este instrumento "está prácticamente a punto".