Rato subraya que la UE necesita una política fiscal única además de la monetaria
El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ex ministro de Economía español, Rodrigo Rato, subrayó hoy la necesidad de que la Unión Europea se dote de un política fiscal única, y no solo la monetaria, como medio para salir de la crisis actual.
El ex jefe del FMI hizo estas declaraciones en una videoconferencia celebrada desde Madrid para los participantes en el Simposio Internacional del Oro que se celebra esta semana en la capital peruana, y aunque en un principio estaba prevista su asistencia, se excusó a última hora por razones "de fuerza mayor".
Rato dijo que en el seno de la UE se han cometido "errores muy claros" y muchos titubeos en el tratamiento de la crisis griega, como las iniciales reticencias de los países a destinar paquetes de ayuda o la primera negativa a una intervención del FMI, y estas vacilaciones explican en parte la debilidad actual del euro.
Sin embargo, Rato, actual presidente de Caja Madrid, descartó que la moneda única esté en duda como tal o que en las actuales circunstancias sea posible que un país la abandone, por mucho que esa idea se abra paso en la opinión pública de Grecia o de Alemania. "El euro es irreversible, está aquí para quedarse", subrayó Rodrigo Rato.
Renunciar a la autonomía fiscal
La necesidad de una política fiscal común fue la idea más repetida por Rato, y si bien reconoció que llegar a esa política no es fácil, por lo que significa de que cada país renuncie a su autonomía fiscal, también manifestó que era posible y hasta "urgente".
A título de ejemplo, Rato lanzó algunas ideas de lo que podría suponer esa convergencia fiscal y de políticas de gasto público: una homogeneización en los sistemas de pensiones y en el cobro por el desempleo, así como destinar una parte de la recaudación fiscal de cada estado -que podría ser del 20 ó 30%, sugirió- para ser administrada por el Eurogrupo.
Aunque ahora se antojen complicadas, estas medidas "son posibles y menos dolorosas que los paquetes extraordinarios votados por los parlamentos" europeos.
El otro gran reto de Europa es mejorar el crecimiento de su PIB, algo que parece difícil cuando hay varios países del sur y el centro de la Eurozona que tienen el urgente deber de combatir el déficit público (y por ello frenar el gasto) y están en riesgo de deflación.
Para estimular el crecimiento, el ex ministro español consideró imprescindibles las reformas estructurales en los sistemas laborales, las regulaciones comerciales y el marco financiero.
Pese al difícil panorama actual, Rato recordó que los países de la Eurozona aún representan un tercio de la economía y del comercio mundial, por lo que la recuperación de Europa "debe formar parte de la agenda económica mundial".
El ejecutivo español alabó el comportamiento de los países considerados "emergentes" de Asia y América, entre los que citó el caso de Perú, que han sorteado mucho mejor la crisis financiera mundial con disciplina fiscal y políticas monetarias más responsables que en el pasado.